Brasil llegó este martes a los 31.199 muertos por coronavirus, con un récord de 1.262 fallecidos registrados en 24 horas, en momentos en que varios estados retoman algunas actividades, tal como lo preconiza el presidente Jair Bolsonaro pese a las advertencias de la OMS y de epidemiólogos.
El gigante latinoamericano es el segundo país en número de contagios, 555.383, con los 28.936 de este martes, y el cuarto en número de muertos, detrás de Estados Unidos, Reino Unido e Italia.
En los próximos días, podría superar a Italia que tiene 33.530 muertos, que redujo significativamente la curva de fallecidos y contagios.
El récord anterior de óbitos en 24 horas, de 1.188, databa del 21 de mayo.
En relación a sus cerca de 212 millones de habitantes, el panorama es menos duro que en otros países: Brasil tiene una tasa de 146,8 muertos por millón de habitantes, lejos de los 554 de Italia y los más de 300 de Estados Unidos, primero en número de muertos con 106.046 y casos, más de 1,8 millones, según un recuento de la AFP en base a datos oficiales.
Sao Paulo, el estado más rico, el más poblado y el que mayores cifras de muertos registra, volvió a batir el martes un récord de muertos con 327 y 6.999 casos, y suma ya 7.994 fallecidos y 118.295 infectados.
Rio de Janeiro sumó 5.686 muertos y tiene ya más 56.000 casos.
Pero los estados más afectados en relación a su población son los de las empobrecidas regiones norte y nordeste, con sistemas sanitarios casi al límite de su capacidad.
Amazonas registra 507 muertos por millón de habitantes y Ceará 375.
Estimaciones de expertos indican además que el número de contagios podría ser hasta 15 veces superior, dado que en el país no se practican test masivos y hay un retraso en el procesamiento de pruebas.
«Gasolina a la hoguera»
Con la curva de muertos y contagios en ascenso, varios estados y municipios, que en Brasil tienen poder de decisión en cuestiones sanitarias, siguieron este martes su proceso gradual de flexibilización de las medidas de cuarentena parcial que aplicaban desde mediados de marzo.
En algunas ciudades del interior del estado de Sao Paulo reabrieron sus puertas, aunque con medidas de protección, centros comerciales, oficinas, inmobiliarias y concesionarios.
Sin embargo, en la capital paulista el alcalde Bruno Covas aplazó la apertura hasta después del 15 de junio.
También Rio de Janeiro entró en la fase inicial de desconfinamiento y numerosos surfistas y nadadores volvieron al agua en las icónicas playas de Copacabana e Ipanema.
Una reapertura «muy precoz» a juicio de los expertos, que recomiendan esperar a que se logre doblegar la curva de contagios antes de reabrir, como ocurrió en otros países muy golpeados por la pandemia, como España, Francia o Italia.
«En la situación actual, relajar las medidas es echar gasolina a la hoguera», advirtió a la AFP Rafael Galliez, infectólogo de la Universidad Federal de Rio de Janeiro (UFRJ).
También la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la oficina regional de la Organización Mundial de la Salud, aconsejó este martes no reabrir «demasiado rápido, o se corre el riesgo de un resurgimiento de la covid-19».
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional