Israel declara a Lula «persona non grata» y Brasil convoca al embajador israelí en Brasilia: la crisis diplomática provocada por los comentarios del presidente brasileño al comparar la guerra en Gaza con el Holocausto se agrió más este lunes.
La víspera, desde la capital etíope Adís Abeba, donde participó como invitado en la cumbre anual de la Unión Africana, Lula declaró que la ofensiva de Israel contra el movimiento islamista Hamás en Gaza no era «una guerra, sino un genocidio», y la comparó con «cuando Hitler decidió matar a los judíos».
El ministro israelí de Relaciones Exteriores, Israel Katz, tachó las declaraciones de Lula de «vergüenza» y declaró al presidente brasileño «persona non grata» en su país, durante una visita al centro memorial del Holocausto Yad Vashem en Jerusalén, a donde fue convocado el embajador de Brasil en Israel, Frederico Meyer.
El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, respondió convocando el lunes a Daniel Zonshine, el embajador israelí en Brasilia a una reunión en Rio de Janeiro, donde se encuentra preparando un encuentro de cancilleres del G20 el miércoles y jueves.
En la reunión, realizada por la tarde en una atmósfera «dura, pero correcta», Vieira «mostró insatisfacción con el trato al embajador y al presidente hoy (lunes) en Jerusalén», detalló a la AFP una fuente diplomática.
Meyer, quien viajará el martes hacia el país tras ser llamado «a consultas» por Vieira, debió escuchar una «declaración a la prensa en hebreo sin intérprete, sin conocimiento de lo que se estaba diciendo», indicó la fuente.
Tras la reacción de Brasilia, Katz reiteró que Lula será una «figura indeseable» en Israel hasta que «se disculpe y retire sus incitaciones antisemitas». «Nos mantendremos en pie», afirmó.
«No toleraremos que dirigentes de todo el mundo intenten darle a Hamás cobertura política o jurídica», señaló ante la prensa el portavoz del gobierno israelí, Eylon Levy.
«Gobierno genocida»
Israel lanzó una ofensiva aérea y terrestre contra Hamás en Gaza después del ataque del 7 de octubre cometido por el grupo islamista, que dejó al menos 1.160 muertos, según un balance de la AFP basado en cifras israelíes.
La respuesta militar israelí dejó más de 29.000 muertos en Gaza, según el Ministerio de Salud de ese territorio gobernado por Hamás desde 2007.
Lula, que volvió al poder en enero de 2023, calificó en noviembre de «acto de terrorismo» el ataque de Hamás el 7 de octubre. Pero también consideró «desproporcionada» la respuesta israelí.
«No es una guerra de soldados contra soldados», declaró el domingo el mandatario, de 78 años. «Es una guerra entre un ejército muy preparado y mujeres y niños».
Las declaraciones de Lula, un importante representante de los países del sur global y que ocupa la presidencia rotatoria del G20, son las más contundentes emitidas hasta ahora sobre el conflicto.
Hamás celebró los comentarios del político brasileño en un comunicado y dijo que eran «una descripción exacta lo que sufre su pueblo» en Gaza.
En tanto, la primera dama brasileña, ‘Janja’ Lula da Silva, aclaró en un mensaje en redes que su esposo se refirió al «gobierno genocida y no al pueblo judío», y defendió «la paz y el derecho a la vida de mujeres y niños, que son la mayoría de víctimas» en el conflicto.
Opositores conservadores de Lula rechazaron los comentarios, que indignaron a muchos en la poderosa comunidad evangélica, fervorosamente pro-Israel.
«Lula no sólo mostró su desconocimiento de la historia, sino que mostró a todo el mundo el odio en su corazón contra el Estado de Israel», escribió en X Eduardo Bolsonaro, legislador e hijo del expresidente.
El domingo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que Lula había cruzado «una línea roja».
«Al comparar con el Holocausto la guerra de Israel en Gaza contra el Hamás, una organización terrorista genocida, el presidente (Lula) da Silva deshonra la memoria de los seis millones de judíos asesinados por los nazis y demoniza el Estado judío como el más virulento de los antisemitas. Debería darle vergüenza», abundó.
La Alemania nazi exterminó sistemáticamente a seis millones de judíos durante el Holocausto, aproximadamente un tercio de la población judía mundial.
El presidente del comité director de Yad Vashem, Dani Dayan, señaló también que las declaraciones del mandatario latinoamericano demostraban «un claro antisemitismo» y calificó su comparación con el Holocausto de «inaceptable».