El gobierno de Jair Bolsonaro anunció este jueves que concederá visados humanitarios a los ucranianos y apátridas huidos de la invasión rusa, un conflicto sobre el cual el mandatario brasileño se mantiene «en la neutralidad».
En una ordenanza conjunta entre la cancillería y el Ministerio de Justicia, el gobierno concede «visa temporal y permiso de residencia con fines de acogida humanitaria para ciudadanos ucranianos y apátridas que se han visto afectados o desplazados por la situación de conflicto armado en Ucrania».
El presidente anunció la medida el lunes, pero este jueves se tornó oficial.
«Vamos a abrir la posibilidad de que los ucranianos vengan a Brasil a través del visado humanitario, que es la forma más fácil de venir», declaró en una entrevista con la radio Jovem Pan.
«Estamos dispuestos a recibir a los ucranianos», dijo.
La visa humanitaria tendrá «una vigencia de 180 días» y el permiso de residencia es por dos años y también puede ser solicitado por ucranianos que ya estén en Brasil «independientemente de la condición migratoria» con la que hayan ingresado al país, según el texto.
Bolsonaro ha evitado criticar a Rusia por la invasión de Ucrania, que según la agencia de la ONU para los refugiados Acnur ha provocado desde el 24 de febrero, cuando comenzaron los ataques, la huida de más de un millón de personas. Más de la mitad de ellos cruzaron a Polonia.
Bolsonaro en la neutralidad
El mandatario brasileño, quien una semana antes de la invasión rusa tuvo una reunión con el presidente Vladimir Putin en Moscú, criticada por Estados Unidos, insiste en que Brasil «se mantiene en la neutralidad» y recuerda que el poderoso sector agropecuario brasileño «depende mucho» de los fertilizantes de Rusia.
«La guerra no va a producir efectos benéficos para ninguno de los dos países ni para el mundo», afirmó Bolsonaro este jueves en su transmisión semanal en Facebook.
Brasil apoyó una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, vetada por Rusia, que «deplora en los términos más fuertes la agresión de Rusia contra Ucrania».
Sin embargo, no firmó una declaración de los países de la OEA en la que «condenan enérgicamente la invasión ilegal, injustificada y no provocada de Ucrania por parte de la Federación rusa».
En su entrevista radiofónica del lunes por la noche, Bolsonaro dijo que «por ahora no tiene nada que conversar» con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
El domingo provocó malestar entre los representantes de Ucrania en Brasil, donde hay una colonia de 600.000 ucranianos, al decir que ese pueblo «confió a un comediante el destino de una nación».
Zelenski saltó a la fama en su país como actor y humorista en televisión.
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