El gobierno de Brasil «aún está estudiando» si traslada su embajada en Israel a Jerusalén, afirmó este miércoles el canciller Ernesto Araújo, a 10 días de la visita del presidente Jair Bolsonaro al estado hebreo.
«El tema de Jerusalén es importantísimo, forma parte de la esencia de lo que puede significar esa nueva relación con Israel. Aún estamos estudiando la forma en que se tomará [esa decisión]», declaró en una rueda de prensa en Brasilia.
Bolsonaro visitará Israel entre el 31 de marzo y el 2 de abril, después de visitar esta semana Estados Unidos y Chile, en una muestra del giro diplomático hacia gobiernos conservadores y nacionalistas que ha dado Brasil desde su llegada al poder en enero.
El mandatario, de 63 años de edad, prometió durante la campaña, y después de asumir la presidencia, que trasladaría la embajada de Tel Aviv a Jerusalén, aunque luego fue enfriando esas expectativas ante las señales de que los países árabes podrían adoptar represalias comerciales.
«Es un movimiento que tiene que hacerse dentro de un correcto encaje en otras políticas en la región para que quede claro que, si fuera el caso, sería un movimiento positivo, como parte de la contribución de Brasil a la paz y la estabilidad», expuso el ministro brasileño de Relaciones Exteriores.
Araújo dijo que el gobierno es consciente de la «gran expectativa» que esa medida genera entre la bancada evangélica del Congreso, proisraelí, cuyo apoyo fue esencial para la victoria electoral de Bolsonaro.
El gobierno brasileño no ha divulgado todavía el programa del viaje de Bolsonaro, que ya recibió al primer ministro Benjamin Netanyahu en Brasil con ocasión de la inauguración de su mandato presidencial, el 1 de enero.
El canciller sólo adelantó que, por ahora, no está previsto que Bolsonaro visite los territorios palestinos.
Israel considera toda la ciudad de Jerusalén como su capital indivisible, en tanto que los palestinos aspiran a que Jerusalén Este se convierta en la capital de su futuro Estado.
Para la comunidad internacional, el estatuto de la Ciudad Santa tiene que negociarse entre las dos partes y las embajadas no tienen que instalarse allí mientras no se haya alcanzado un acuerdo.
Hasta ahora, Brasil, donde conviven comunidades judías y árabes, ha mantenido esa postura.
Antes del viaje de Bolsonaro, Netanyahu será recibido en la Casa Blanca por el presidente estadounidense Donald Trump, que ya transfirió en 2018 la embajada estadounidense a Jerusalén, en medio de fuertes críticas internacionales.