El ministro brasileño de Educación, Abraham Weintraub, anunció el viernes el próximo retiro de su cartera del Mercosur «por la falta de eficiencia». Se trata de una medida que, según analistas, carece de precedentes desde la fundación del bloque en 1991.
«Anunciamos hoy el inicio de la transición para la salida del MEC, Ministerio de Educación, del Mercosur. Todas las colaboraciones iniciadas serán mantenidas sin perjuicio para las partes. Brasil deja de participar en las reuniones del bloque y pasa a tener relaciones y acuerdos bilaterales en esa área», escribió Weintraub en Twitter.
Falta de eficiencia
«La decisión del gobierno (se debió a) la falta de eficiencia y de resultados prácticos que impactaran positivamente en la mejora de los índices generales de educación durante 28 años», agregó.
En otros mensajes el ministro dijo que los otros tres países del bloque, Argentina, Uruguay y Paraguay, fueron informados oficialmente de su decisión en una reunión en Brasilia.
Consultada por la AFP, la Presidencia de Brasil declinó comentar el asunto. La AFP también contactó con la Cancillería, pero sin obtener respuesta hasta el momento.
A poco de asumir el cargo en abril, Weintraub lanzó una guerra contra el «marxismo cultural» y desató masivas manifestaciones de estudiantes y profesores al amenazar con bloqueos presupuestarios a universidades que «siembren el desorden».
El anuncio del ministro se da en vísperas de la cumbre semestral del Mercosur en Bento Gonçalves (en el sur), el 4 y 5 de diciembre, en medio de tensiones entre el gobierno del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el gobierno entrante de Argentina, del peronista de centroizquierda Alberto Fernández, quien asumirá el cargo el 10 de diciembre.
El gobierno de Brasil dejó planear en algunas ocasiones la posibilidad de retirarse del Mercosur si Fernández adopta posturas «proteccionistas».
El canciller Ernesto Araújo admitió esta semana en una entrevista con el diario económico Valor que ese es uno de los escenarios con el cual trabaja.
«Está lejos de ser nuestro plan A», pero «no podemos decir que (el Mercosur) sea un proyecto incuestionable, que durará para siempre, suceda lo que suceda. El Mercosur no es tan solo un nombre, una bandera enarbolada. Si el proyecto se desvirtúa, tiene que ser repensado», declaró.