El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, defendió este martes la necesidad de seguir apoyando militarmente a Ucrania con nuevos armas como los tanques Leopard 2 para que pueda defenderse de la invasión rusa.
«¿Es razonable pedir que se entreguen a Ucrania armas más potentes como los famosos tanques Leopard o eso no es razonable?», preguntó Borrell a los eurodiputados en un debate en el Parlamento Europeo sobre la política común de seguridad y defensa de la UE.
Para el jefe de la diplomacia europea «ha estado en el honor de Europa ayudar militarmente a Ucrania a defenderse» de la agresión rusa y «seguirá siendo en honor de Europa ayudar a ese país».
Borrell aseguró que la ayuda militar y financiera que han dado a Ucrania tanto la UE como cada uno de los Estados miembros se acerca a los 50.000 millones de euros, lo que sitúa a los socios europeos «por encima incluso de Estados Unidos».
«No sé si les parece razonable o no, pero a mí no me parece todavía suficiente y no lo será mientras Ucrania siga siendo destruida sistemáticamente por el Ejército de la Federación Rusa», dijo Borrell, en medio del aumento de la presión al gobierno alemán para que autorice el envío de los tanques Leopard 2.
Esa polémica, entre otras, llevó ayer a dimitir a Christine Lambrecht, la ya exministra de Defensa alemana a quien hoy substituyó en el cargo Boris Pistorius, hasta ahora ministro del Interior del Estado federal de Baja Sajonia.
Borrell espera otros 500 millones de euros para financiar armas a Ucrania
Durante el debate, Borrell expresó su confianza en que la UE apruebe un séptimo desembolso de 500 millones de euros para financiar el envío de armas a Ucrania, procedentes del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, que ha destinado ya 3.100 millones a ese objetivo.
Su intervención se produjo además el mismo día en que la UE desembolsó los primeros 3.000 millones de euros de ayuda financiera de los 18.000 que pretende dar a Ucrania a lo largo de este año.
«Habrá que seguir teniendo abierta la puerta a una solución diplomática del conflicto, claro que sí», afirmó Borrell, «pero hemos de estar preparados para hacer frente a un mundo que no es como nos gustaría que fuera».