Josep Borrell, ministro español de Asuntos Exteriores, indicó este martes que su país intenta compatibilizar la búsqueda de una salida negociada con el mantenimiento de la presión al gobierno de Venezuela como única posibilidad de hacer avanzar la situación y la resolución de la crisis.
Borrell subrayó que Venezuela se encuentra en una fase aguda de crisis política e institucional que se retroalimenta con una crisis económica y social y que, ante esta situación, lo único viable es apostar por una solución democrática, pacífica y negociada entre los venezolanos y dentro del marco del derecho.
En cuanto al papel del ex jefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero como mediador ante el presidente venezolano Nicolás Maduro, el ministro aseguró que no está designado por el gobierno, como tampoco lo está Felipe González.
No obstante, afirmó que no tiene dudas sobre su «honestidad personal» y manifestó que Zapatero es libre de defender su punto de vista.
En cuanto a las sanciones a Venezuela, Borrell consideró que no están dadas las condiciones para levantarlas ni para intentar que la Unión Europea lleve a la practica un proceso de mediación, aunque sí de contribuir a uno de «facilitación» del diálogo.
«El problema no es sanciones sí o sanciones no, el problema es saber cuáles son útiles y qué más hay que hacer para conseguir un objetivo (…), recuperar la normalidad en Venezuela», concluyó.