El primer ministro británico, Boris Johnson, preparó este miércoles a los británicos para un largo confinamiento que solo terminará con una desescalada gradual. Esto, el mismo día en que el Reino Unido superó el millar de muertos en 24 horas por primera vez desde abril.
La nueva reclusión, que Johnson decretó en un discurso a la nación el pasado lunes, fue aprobada hoy por la Cámara de los Comunes como estaba previsto, con una abrumadora mayoría de 524 votos a favor por 16 en contra.
Al defender la medida en una intervención ante el Parlamento, el primer ministro aseguró que no le ha quedado más opción que volver a ordenar a todo el mundo que se quede en casa y cerrar los colegios. Al tiempo, adelantó de que las duras restricciones podrían alargarse hasta finales de marzo.
Vacunas
También indicó que el país está ahora sumido en una carrera entre la propagación de la enfermedad y la administración de las vacunas a los grupos de personas más vulnerables.
«Tras el maratón del pasado año, ahora estamos en una carrera para vacunar a los más vulnerables de manera más rápida que lo que tarda el virus en alcanzarlos», señaló.
También indicó que habrá una revisión continua de las medidas, que se supervisarán cada quince días. Aseguró que las escuelas serán los primeros lugares que reabrirán cuando llegue el momento de rebajar las restricciones.
La oposición laborista respaldó con sus votos el tercer confinamiento, después de los de la primavera boreal y del pasado noviembre, aunque su líder, Keir Starmer, fue duro con el primer ministro.
«No es mala suerte. No era algo inevitable, sino que sigue un patrón. En la primera ola el gobierno ya fue demasiado lento al actuar», señaló.
Récord de casos
La aprobación del nuevo cerrojazo coincidió con el mayor número de nuevos casos registrado en un solo día en el Reino Unido, con 62.322. Mientras, los fallecidos superaron el millar por primera vez desde el mes de abril (1.041).
Estos datos actualizados por el Ministerio de Sanidad elevan el total de decesos por la enfermedad a 77.346 en el país desde el comienzo de la pandemia.
Una de cada 50 personas en Inglaterra estaba infectada por la covid la semana pasada, alrededor de 1,1 millones de personas, señaló Johnson en su discurso.
Más de 30.000 personas están ahora mismo ingresadas en hospitales británicos por la enfermedad, frente a las 21.000 que supusieron el máximo de pacientes en el pico de la pandemia en la pasada primavera.
Exámenes cancelados
La situación sanitaria, mientras tanto, sigue dejando su huella en todos los ámbitos, como el académico, donde se anunció que los exámenes estatales de nivel en la secundaria serán este año anulados y reemplazados por una evaluación de los propios docentes.
Todos los años en el Reino Unido los adolescentes de entre 15 y 16 años de edad deben participar en unas pruebas conocidas como «GCSEs»; a la par, los jóvenes de entre 17 y 18 años de edad hacen los denominados exámenes de nivel «A», necesarios para entrar en la Universidad.
Ante el impacto que la pandemia de la covid-19 ha tenido en la educación, el gobierno tomó la decisión de suprimir estos dos importantes exámenes en Inglaterra, después de que las otras regiones británicas tomaron la misma medida, según anunció el ministro de Educación, Gavin Williamson.
En una declaración en la Cámara de los Comunes, el ministro informó de que serán los mismos profesores los responsables de valorar el rendimiento de sus alumnos y de asignarles las calificaciones, que se espera sean concedidas en agosto.