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Boris Johnson defiende su futuro respondiendo al Parlamento sobre el «partygate»

por Avatar AFP

El controvertido exlíder británico Boris Johnson desplegó el miércoles sus dotes de supervivencia política en un interrogatorio de alto riesgo para su futuro, respondiendo con actitud combativa a la comisión que investiga si mintió intencionadamente al Parlamento sobre el «partygate».

En una comparecencia televisada, el conservador juró sobre la Biblia decir «toda la verdad y nada más que la verdad» y comenzó asegurando que si condujo a error a los diputados, lo hizo inintencionadamente «con base en lo que honestamente sabía y creía en ese momento».

«No cometí ningún desacato» mintiendo a los legisladores, afirmó. Y subrayó que su exasesor Dominic Cummings, que lo acusa de lo contrario, «tiene todos los motivos para mentir».

Sus asesores le habían asegurado, argumentó, que no se había infringido ninguna norma durante las múltiples «reuniones de trabajo» celebradas en sus oficinas del número 10 de Downing Street durante los confinamientos contra el covid-19 en 2020 y 2021.

Defendió que había en dichos encuentros un «fotógrafo oficial» y que habría sido «ridículo» hacerlo si pensase que eran ilegales. Y que si hubiese sido «obvio» para él que lo eran, también lo habría sido para otros altos cargos presentes, incluido el actual primer ministro, Rishi Sunak, entonces ministro de Finanzas.

«No creo que quieran acusar a esos responsables de mentir ni acusarme a mí de mentir», dijo a la presidenta de la comisión, la laborista Harriet Harman.

Johnson explicó asimismo que en un entorno laboral intenso, con interminables jornadas de trabajo contra la pandemia, en un edificio antiguo de pasillos estrechos y salas pequeñas era «imposible» mantener dos metros de distancia entre las personas.

Se siguieron las consignas de distancia social «en la medida de nuestras posibilidades», declaró.