El presidente de Chile, Gabriel Boric, dijo este miércoles que «proteger la frontera para asegurar una migración regular, segura y ordenada» será «una prioridad» del gobierno, en un punto de prensa en el que se mostró contundente con la llegada de migrantes irregulares.
Desde la localidad fronteriza de Colchane, en el límite con Bolivia y epicentro de la crisis migratoria que vive Chile desde hace años, y flanqueado por autoridades locales y altos rangos militares, Boric señaló que las personas «que vienen con ánimo de delinquir no son bienvenidas». «Las vamos a perseguir y les vamos a hacer la vida imposible dentro del Estado derecho», subrayó.
El presidente recordó que desde hace tres semanas las Fuerzas Armadas están desplegadas en la zona norte de Chile con base en la Ley de Infraestructura Crítica, que contempla la presencia militar por 90 días en un operativo que suma miles de controles y decenas de detenciones. Dijo que la medida «permite que quienes viven en estas zonas se sientan más seguros y resguardados».
Medidas de control y seguridad
Durante su visita a la zona norte, prevista para el viernes pero pospuesta para llevar a cabo el cambio de gabinete, el mandatario anunció nuevas medidas en la zona. Entre ellas un «plan de mejoramiento de infraestructura y condiciones de habitabilidad» para miembros de Carabineros y las Fuerzas Armadas en el territorio y un «plan nacional de complejos fronterizos», con obras de mejoramiento y ampliación de los 40 complejos fronterizos del país.
También anunció iniciativas para la comuna de Colchane, la más afectada por la crisis, como la construcción de una comisaría, el aumento de la dotación de Carabineros y la restauración de los 162 kilómetros de la ruta internacional que une la ruta 5 Panamericana, Huara e Iquique con Colchane, que «ha sido una demanda muy sentida», dijo Boric.
A nivel legislativo, el mandatario recordó que su gobierno está impulsando dos proyectos de ley para «simplificar y acelerar los procesos de expulsión en caso de que sean necesario, por ejemplo en caso de condenados por delitos de droga, además de realizar una fiscalización mucho más intensa en las cárceles donde muchas veces operan bandas criminales».
«Estas medidas apuntan a contener y reducir la irregularidad migratoria, pero en particular para combatir de frente a las organizaciones criminales que aprovechan flujos y necesidades para cometer delitos como trata de personas tráfico de drogas y tráfico de armas», agregó.
«No se trata de una visita para la foto»
El presidente, que visitó por primera vez la zona, señaló: «No se trata de una visita para la foto, sino que representa nuestra voluntad y compromiso para hacernos cargo de las falencias del Estado para hacer frente a la migración irregular».
El norte de Chile lleva desde 2021 sumido en una fuerte crisis migratoria tras la llegada masiva de personas por pasos clandestinos -la mayoría de nacionalidad venezolana-, el colapso de pequeñas localidades fronterizas como Colchane, y la celebración de marchas xenófobas.
Los inclementes pasos altiplánicos son la principal ruta de ingreso irregular a Chile, que sigue siendo uno de los países más atractivos para migrar en América Latina por su estabilidad política y económica, pese a la pandemia y la crisis social de 2019.
En total hay 1,4 millones de migrantes en el país latinoamericano, lo cual equivale a más de 7% de la población. Los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos.