El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, está peor valorado que los gobernadores y que el propio Ministerio de Sanidad por su gestión de la crisis desatada por la pandemia de coronavirus, de acuerdo con una encuesta realizada por Datafolha que recoge el diario brasileño Folha.
35% de los 1.558 interrogados vía telefónica entre el 18 y el 20 de marzo considera que el desempeño de Bolsonaro es óptimo o bueno; 33% lo considera pésimo o malo y 26% lo tacha de regular.
En cambio, 54% aplaude el trabajo de los gobiernos regionales, algunos de los cuales han tomado medidas más drásticas que las adoptadas por el Palacio de Planalto, y 55% aprueba igualmente el trabajo del ministerio de Sanidad.
Los estados de Sao Paulo y Río de Janeiro se declararon en estado de emergencia, con el anuncio del cierre de lugares públicos y restricciones a los servicios no esenciales, mientras que el gobierno federal se resiste a tomar medidas similares.
Bolsonaro restó importancia a la pandemia de coronavirus, y llegó a calificarla de «gripita». Incluso asistió a una manifestación en Brasilia en la que saludó a varias personas, en contra del consejo de las autoridades sanitarias.
Brasil cuenta actualmente con 25 muertos y más de 1.600 casos, por lo que cerró las fronteras; no obstante, se mantienen abiertas para trabajadores transfronterizos, tráfico de mercancías y acciones humanitarias.