El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dijo que no se vacunará contra el coronavirus. También aseguró que el uso de mascarillas para limitar la diseminación de la enfermedad es “el último tabú en caer”.
Los comentarios de Bolsonaro, transmitidos en sus redes sociales el jueves por la noche, alarmaron a expertos de salud. Explicaron que este mensaje pudiera minar los esfuerzos para conseguir los niveles de vacunación esenciales para frenar la pandemia. Además, pudieran alienar a los productores de vacunas que negocian con las autoridades locales.
Sin embargo, Bolsonaro agregó que cualquier vacuna aprobada por la agencia de salud de Brasil estará disponible gratis para toda la población brasileña.
El gobernante, que contrajo coronavirus en julio, ha rechazado las recomendaciones de la mayoría de los científicos y expertos de salud de restringir las actividades sociales y económicas. Ha argumentado que los daños de un encierro serían peores que la pandemia.
“Les digo que es mi derecho, no voy a vacunarme. Es mi derecho y estoy seguro de que el Congreso no creará dificultades para quienes no quieran vacunarse”.
Estudio
Un estudio publicado el 15 de julio en la revista American Journal of Preventive Medicine concluyó que el distanciamiento social puede ser suspendido sin peligro si el 75% de la población recibe una vacuna que sea eficaz en más de 70%. Las pruebas han mostrado que algunas posibles vacunas tienen una eficacia potencial más elevada.