El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó este jueves que no tolerará casos de corrupción en su gobierno y para ello dijo, en sentido metafórico, que usará un instrumento de tortura de la dictadura militar (1964-1985) con el ministro que incurra en ese tipo de delito.
El mandatario citó el término «pau de arara», una técnica de tortura que consiste en poner a una persona colgada de un palo atada de pies y manos, con la intención de mostrar su determinación en el combate a la corrupción.
«¿Puede ser que haya corrupción en mi gobierno? Sí, puede ser que haya. Puede ser que haya y el gobierno no lo sepa», dijo Bolsonaro con tono serio durante su intervención.
«Pau de arara»
«Si aparece (corrupción), colocó en el ‘pau de arara’ al ministro. Si tiene responsabilidad, obviamente, porque, a veces, al final de la línea, hay un asesor haciendo tonterías sin que lo sepamos. Es nuestra obligación y deber», completó.
El «pau de arara», fue usado por las agencias de inteligencia del régimen militar brasileño como método de tortura para interrogar a detenidos y presos políticos.
Actualmente, hay una investigación en curso contra el ministro de Turismo, Marcelo Álvaro Antonio, acusado formalmente de fraude electoral por la Fiscalía, aunque Bolsonaro le ha mantenido en el cargo.
Asimismo, cambió a la mayoría de los miembros de la integran la Comisión Especial sobre Muertos y Desaparecidos Políticos, Cemdp, durante la dictadura por políticos afines y militares porque, según dijo, ahora el gobierno «es de derechas».
En marzo, el gobierno de Bolsonaro decidió «conmemorar» el aniversario del golpe que dio origen al régimen, aunque luego cambió el verbo por «rememorar».
434 muertos y desaparecidos
Según un informe elaborado por una Comisión de la Verdad que investigó las violaciones de derechos humanos cometidas en ese periodo, la dictadura dejó 434 muertos y desaparecidos por motivos políticos y miles de casos de tortura.
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