Diego Pary, canciller de Bolivia, denunció este lunes ante la OEA un golpe de Estado en camino en su país, y no descartó la posibilidad de una segunda vuelta, en caso de que las auditorías así lo planteen.
“Nosotros vamos a esperar lo que la auditoría vaya a definir. Si la auditoría toma una definición en esa línea, estamos dispuestos también a acatarlo”, declaró al término de la sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA en Washington.
El canciller indicó que el gobierno de Morales se comprometió con la OEA a acatar y cumplir con la decisión que se va a tomar tras la auditoría que inició el organismo interamericano.
“Esta auditoría nos va a permitir dilucidar si hubo el fraude o no hubo el fraude que denuncia justamente el candidato perdedor”, agregó Pary.
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El funcionario descartó igualmente que pueda haber alguna diferencia entre la labor de la OEA y la evaluación que hará el Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica, y defendió que el proceso electoral fue absolutamente transparente.
“En realidad son auditorías complementarias que no se contradicen, pues lo que se va a hacer es la verificación de lo que ha sucedido el día de las elecciones. Se va a verificar desde el primer momento en que se empieza a votar hasta el momento en que se hace el cómputo de votos. Por lo tanto, no tendría que haber ninguna diferencia entre el proceso de verificación que hagan”, opinó.
“Golpe de Estado”
Consultado sobre el ultimátum de 48 horas que el líder del Comité Pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, dio el sábado a Evo Morales para que deje la Presidencia, Pary subrayó que es una señal clara de que hay un golpe de Estado en camino.
El canciller responsabilizó a dirigentes cívicos y al que calificó de candidato perdedor, el ex presidente Carlos Mesa, de liderar el supuesto ataque.
“El gobierno, los movimientos sociales, los sectores populares seguiremos trabajando conforme establece la Constitución política del Estado, conforme establece nuestra democracia, pues son claras señales que hay grupos radicales en el país, a la cabeza de este señor Camacho y el candidato perdedor Carlos Mesa, que están llevando hacia el desastre a Bolivia”, afirmó.
Durante su intervención en la sesión extraordinaria de la OEA, aseguró que acudía a ese foro para denunciar y alertar sobre los riesgos que corre la democracia de Bolivia.
“La voz de un pueblo corre el riesgo de ser silenciada ante el surgimiento de hordas fascistas incrustadas en organizaciones cívicas que expresan su odio contra todo aquel que no comulga con sus ideas, imponiendo medidas de hecho de forma violenta y abusiva”, se quejó.
Alertó que esos grupos imitan el método del narcotraficante Pablo Escobar de elaborar listas para establecer represalias.
El canciller boliviano aseguró que no se trata de una agresión contra Evo Morales, sino contra todo un pueblo que tiene la identidad de Evo, el color de piel de Evo o las ideas de Evo.
Países apoyan auditoría de la OEA
Los gobiernos de Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, Perú y Venezuela, representada por el presidente interino, Juan Guaidó, expresaron en una declaración su apoyo a la Misión de Observación de la OEA y respaldaron la realización de un análisis de integridad electoral.
Además, instaron a todas las partes a que asuman el resultado del análisis de integridad electoral con carácter vinculante e implementen sus conclusiones, según los plazos establecidos por la Constitución y las leyes del Estado plurinacional de Bolivia.
Llamaron al gobierno de Bolivia y a todos los participantes en la contienda electoral para que respeten y honren la voluntad democrática del pueblo boliviano y al cese de la violencia.
El embajador de Estados Unidos ante la OEA, Carlos Trujillo, y Gustavo Tarre, representante de Guaidó, respaldaron la posibilidad de que se celebre una segunda vuelta en Bolivia.
Tarre pidió permitir que el pueblo se exprese libremente y que se celebre la segunda vuelta en las elecciones presidenciales.
“Se ha hablado también de que existe un golpe de Estado en proceso o en marcha. Realmente un golpe de Estado requiere de fuerzas militares, de armamentos, de soldados que no se ven presentes en ninguna de las situaciones que está viviendo Bolivia, afortunadamente”, afirmó Tarre.