El gobierno transitorio de Bolivia presentará una demanda ante el Tribunal Internacional de La Haya contra el ex presidente Evo Morales.
La demanda sería por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la crisis política y social que sacudió al país, anunció este viernes el ministro de gobierno.
«Luego de la querella por delitos de sedición y terrorismo (que tramita la Fiscalía boliviana), en los próximos días se presentará otra demanda por crímenes de lesa humanidad en La Haya», dijo Arturo Murillo, ministro de gobierno (Interior), a la radio oficial Patria Nueva.
Morales es investigado respecto a un audio. Supuestamente se puede escuchar una voz -que atribuyen a Morales- con la que llama a cercar las ciudades y cortar el suministro de combustible y alimentos. Evo Morales dimitió el 10 de noviembre al perder el apoyo de las Fuerzas Armadas.
El ex mandatario «debe responder ante la justicia por lo que ha hecho y está haciendo, además de sus cómplices que tienen participación en los luctuosos hechos que vivieron los bolivianos», agregó Murillo.
Bolivia se vio sacudida por violentas manifestaciones que dejaron al menos 33 muertos después de las elecciones del 20 de octubre. En dichos comicios se mostró ganador a Morales, pero luego fueron anuladas por las «graves» irregularidades que reportó una misión de la OEA.
El propio Morales, ahora asilado en México, había denunciado el miércoles que Interpol lo estaba buscando en América del Sur «por delitos que no existen».
Murillo a los extranjeros
Mientras, el ministro Murillo se hizo eco de protestas públicas de sectores de derecha sobre la presencia de un grupo de activistas de derechos humanos en Bolivia. El grupo llegó el jueves encabezado por el argentino Juan Grabois, referente de los movimientos sociales de su país.
«Recomendamos a aquellos extranjeros que están llegando (…) a tratar de incendiar el país, que anden con cuidado», dijo Murillo. «Los estamos mirando, los estamos siguiendo», advirtió.
«No hay tolerancia con el terrorismo, con la sedición ni con movimientos armados. Cero tolerancia», agregó.
La delegación argentina tuiteó: «Mientras el gobierno de facto nos acusa de terroristas, hemos comenzado lo que vinimos a hacer: tomar testimonio de las diferentes violaciones a los derechos humanos que está sufriendo el pueblo boliviano».