Donald Trump, presidente de Estados Unidos, pierde la confianza sobre la capacidad del presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, para derrocar al régimen impuesto de Nicolás Maduro, de acuerdo con una publicación de Bloomberg. Personas allegadas al problema han dicho que los asesores del líder estadounidense consideran nuevas estrategias de acción.
También indicaron que Mike Pence, vicepresidente de la nación, dirigió una reunión este jueves para reevaluar la ayuda de la Casa Blanca sobre la transición democrática de Venezuela.
Juan Guaidó no ha logrado hasta ahora la dimisión de Maduro, por lo que los asesores de Trump creen que podría perder su puesto político. Aunque la intervención militar no es una carta sobre la mesa, sí están considerando decisiones como alinearse con Rusia y aumentar la presión en contra de Cuba, el principal mentor del oficialista.
Uno de los temas discutidos en la reunión fue el enigma que tiene Trump sobre el país; a mediados de 2018 envió a John Bolton, ahora ex asesor de seguridad nacional. Su decepción proviene de que los votantes extranjeros, incluidos los migrantes venezolanos, componen el principal electorado del estado de Florida.
Totalmente solidario
«Sigue siendo el funcionario más popular en Venezuela, y Estados Unidos lo respalda plenamente a él, así como a la Asamblea Nacional en su esfuerzo por restaurar la democracia en Venezuela», dijo Elliott Abrams, representante especial del Departamento de Estado para Venezuela.
«Si hay algo más que Estados Unidos pueda hacer para apoyar ese objetivo, sin duda intentaremos hacerlo, junto con los otros 60 países que reconocen a Guaidó como el presidente interino legítimo», comentó.
Uno de los funcionarios del gobierno de Trump comentó que el gobierno está evaluando varias opciones para aplicar la máxima presión en contra de Maduro.
Otro de los problemas que preocupan es la pérdida de confianza política. Esta semana se debatió la presunta corrupción en el cuerpo legislativo de la república por la compra de influencias de diputados opositores. Además, el 5 de enero los parlamentarios de la Asamblea Nacional decidirán si Guaidó seguirá a la cabeza.
Un portavoz del líder opositor indicó que decidió no hacer comentarios.
Campaña de presión
La única manera considerada por el gobierno estadounidense es usar estrategias cada vez más fuertes para salir del régimen de Nicolás Maduro. También ha rechazado las sugerencias de que el poder sea compartido por Maduro y Guaidó. Asimismo, negaron la participación de otros países como mediadores.
Aunque no está claro cómo Estados Unidos podría ejercer más presión sobre la república, el gobierno de Trump decidió que sancionaría a los países que negocian con Venezuela, especialmente con Cuba, país con el que la nación norteamericana suspendió el apoyo que le dio Barack Obama.
Por su parte, los funcionarios del gobierno de Estados Unidos dijeron que están en contacto con allegados a Maduro para hacerlos cambiar de bando. A su vez, indicaron que se espera una gran cantidad de nuevas sanciones.
Con información de Bloomberg.