El Big Ben de Londres marcó las 12 campanadas del mediodía antes de quedar callado por 4 años, en los que lo restaurarán, aunque el lapso podría reducirse ante el descontento de muchos británicos.
Más de un millar de personas se reunieron a los pies del Palacio de Westminster para escuchar los últimos tañidos de las campanas antes de que la famosa torre y el reloj se sometan a un tratamiento de rejuvenecimiento de 29 millones de libras.
El Big Ben es estrictamente la campana del gran reloj, pero popularmente da nombre al conjunto de la torre victoriana, de 96 metros de altura y construida en 1856, y su reloj. La campana pesa 13,7 toneladas, señala cada hora y está rodeada de otras cuatro más pequeñas que marcan los cuartos de hora. Para los trabajos de renovación, la campana se desconectará y su dong dejará de marcar las horas como ha hecho en los últimos 158 años casi sin excepción.
El reloj seguirá funcionando mediante un mecanismo eléctrico de sustitución, y al menos una de sus cuatro esferas permanecerá visible al público.