La Casa Blanca reveló este lunes que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se somete a un chequeo médico verbal dos veces por semana y subrayó que, desde su fallido debate del pasado 27 de junio contra el exmandatario Donald Trump (2017-2021), no se ha sometido a un análisis físico.
«La unidad médica del presidente está literalmente al otro lado de la columnata, justo al final de las escaleras de la residencia. Un par de veces a la semana consulta verbalmente a su médico mientras hace ejercicio, eso es algo que sucede a menudo», dijo en una conferencia de prensa la portavoz presidencial, Karine Jean-Pierre.
La alerta sobre la salud de Biden, de 81 años, saltó justo después de ese fallido cara a cara dialéctico. En un primer momento se dijo que tenía esa noche un fuerte resfriado y después el propio mandatario agregó que estaba exhausto por sus recientes viajes internacionales y por la preparación de ese debate.
El pasado 3 de julio, la portavoz apuntó que el presidente no se había sometido a un examen médico desde febrero, pero dos días después Biden dijo en una entrevista en el canal ABC que sus médicos le hicieron pruebas para ver si tenía alguna infección, que salieron negativas.
Ante esa aparente contradicción, los periodistas reclamaron este lunes transparencia a la portavoz sobre el tipo de controles que se le efectúan.
Jean-Pierre agregó ante la prensa que en estos tres años de mandato Biden ha sido visto por un neurólogo tres veces y quiso dejar claro que ni está siendo tratado de párkinson ni toma medicación para tal enfermedad.