En un primer contacto en un vínculo crítico para la Argentina, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habló con el presidente electo Javier Milei para felicitarlo y discutir la importancia de “continuar construyendo la sólida relación bilateral”, informó la Casa Blanca. El intercambio duró diez minutos, y ambos líderes hablaron además sobre la comercialización de alimentos y energía, así como del acuerdo para liberar rehenes entre Israel y Hamas, dijeron fuentes de La Libertad Avanza a La Nación.
Esta noche se confirmó que Milei viajaría el viernes a Estados Unidos, con escalas en Nueva York y Miami, aunque las fuentes consultadas en el grupo que se prepara para asumir el poder el 10 de diciembre hablaron de “motivos personales” y no políticos ni diplomáticos.
Milei invitó a Biden al país para su asunción, pero debido a cuestiones de agenda Biden no viajará a la Argentina. El argentino lo felicitó por las gestiones de la Casa Blanca junto con Qatar para forjar la tregua para liberar a rehenes retenidos por Hamas en la Franja de Gaza. Milei prometió trasladar la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén, tal como lo hizo durante su mandato el expresidente Donald Trump a propósito del 70° aniversario de la creación del Estado de Israel, una medida duramente criticada por la comunidad internacional que rompió con décadas de diplomacia estadounidense y consenso global. Además, aseguró en reiteradas ocasiones que su gobierno estará “alineado con Estados Unidos, Israel y el mundo libre”.
“La comunicación con Biden fue muy amable. Hablamos fundamentalmente sobre la liberación de los rehenes de Israel. También de que Argentina puede producir energía y alimentos”, dijo Diana Mondino, futura canciller en la gestión libertaria. Mondino también dijo que Biden “expresó sus disculpas por no poder asistir” a la asunción de Milei.
La futura canciller calificó de “sumamente amables” otras conversaciones de Milei con el canciller británico, David Cameron, y con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky. “Están organizando una cumbre por la paz y ofrecimos ser la sede”, indicó, al referirse al diálogo con el líder ucraniano.
Este miércoles, más temprano, Milei les agradeció a líderes internacionales y mandatarios del mundo que lo llamaron y saludaron tras ganar el balotaje el domingo. “Gracias a cada uno de los líderes del mundo que se comunicaron conmigo para felicitar a nuestro equipo y manifestarme sus buenos deseos para el futuro de la Argentina”, escribió en la red social X, antes Twitter.
En la lista de dirigentes se encuentran la Primer Ministra de Italia, Giorgia Meloni; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el papa Francisco, y el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou. En esa lista también figuraba la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, aunque el Fondo no confirmó si hubo una comunicación.
La pronta llamada entre Biden y Milei brinda una clara señal de la intención de la Casa Blanca de preservar los carriles construidos en la relación bilateral durante los últimos años a pesar de las inocultables diferencias ideológicas que existen entre ambos mandatarios. La conversación llegó apenas unos días después de la elección y tras los primeros mensajes con los que el gobierno norteamericano felicitó y extendió una mano abierta a Milei, aunque sin dejar de reflejar los reparos que existen en Washington respecto del libertario. La Casa Blanca puso énfasis en esos primeros contactos en las “prioridades compartidas” por ambos países, la defensa de la democracia y los derechos humanos, la lucha contra el cambio climático y el fortalecimiento de la clase media.
La llamada ofrece también un blindaje para la transición. El gobierno de Biden ha ofrecido un apoyo crítico y continuo a la Argentina en las siempre tensas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y la conversación telefónica abre el camino para comenzar a tejer una nueva agenda de trabajo entre Washington y Buenos Aires que, del lado argentino, tendrá como prioridad la ardua tarea de reparar una economía deshilachada y con enormes urgencias.
La llamada tocó otro tema que es prioritario para la Casa Blanca en el contexto de las guerras en Ucrania y en Gaza: la estabilidad global en los mercados de energía y de alimentos. El gobierno de Biden cree que la Argentina, con sus reservas de gas y de litio y al ser uno de los principales productores de alimentos del mundo, puede desempeñar un papel importante en ese aspecto.
En un mundo jaqueado por dos conflictos, y en medio del fuerte avance de China en América Latina, el gobierno de Biden intentará minimizar las diferencias con Milei y fortalecer las áreas de entendimiento, siempre con la intención de cooperar con el país. Es una estrategia que Biden ya ha aplicado con otros socios regionales de envergadura con los que tiene marcadas diferencias, entre ellos Andrés Manuel López Obrador, de México; Gustavo Petro, de Colombia, y también Lula, en Brasil, a quien la Casa Blanca esperaba tener como un aliado cercano, pero que ha generado frustración por su postura respecto de la guerra en Ucrania.
El férreo respaldo de Milei a Ucrania y su determinación de privilegiar el vínculo con Estados Unidos e Israel, y su postura de enfrentamiento con China facilitará la búsqueda de entendimientos en un vínculo que seguirá siendo de vital importancia para la economía argentina.