El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se vio obligado a dejar a un lado su promesa electoral de garantizar durante dos años una educación gratuita en los centros públicos de educación superior («community colleges»).
La primera dama, Jill Biden, que ha sido profesora durante más de 40 años, fue la encargada de hacer el anuncio este lunes durante una reunión de líderes universitarios.
Jill Biden explicó que la provisión que garantizaba dos años de educación superior gratuita no se incluirá en el gran plan de gasto social conocido como «Build Back Better» («Reconstruir mejor»). Un plan impulsado por su marido y que los demócratas quieren aprobar en el Congreso de EE UU.
El plan de Biden valorado en 1,75 billones de dólares
Ese plan, valorado en 1,75 billones de dólares, se aprobó el año pasado por la Cámara Baja, donde los demócratas tienen mayoría.
Sin embargo, este naufragó en diciembre, cuando las divisiones dentro del partido de Biden impidieron que saliera adelante en el Senado.
Jill Biden asumió la misión de promover la iniciativa para garantizar dos años gratuitos de educación superior.
Asimismo, este lunes tuvo que admitir ante la comunidad educativa que no saldrá adelante.
«Hace un año, le dije a este grupo que Joe, mi marido Joe, iba a luchar por los centros públicos de educación, pero Joe ha tenido que hacer concesiones. El Congreso no ha aprobado la legislación de ‘Build Back Better’ aún. Y la educación superior gratuita ya no es parte de ese paquete», manifestó.
Primera dama decepcionada
La primera dama reconoció que se siente «decepcionada», como el resto de los líderes universitarios a los que se estaba dirigiendo.
«Como ustedes, para mí esto no son solo unos recibos o presupuestos, ¿verdad? Sabemos lo que significan para la gente real para nuestros estudiantes», afirmó.
Además, saliéndose del guion añadió con cierta rabia: «Esto ha sido una lección real sobre la naturaleza humana de alguna gente que no entiende eso».
Jill Biden sigue dando clases en un centro de estudios superiores de Alexandria (Virginia), cerca de Washington.
La propuesta original por la que había luchado la primera dama consistía en 45.500 millones de dólares y el objetivo era garantizar durante dos años educación gratuita en los centros públicos de educación superior, que suelen ser más asequibles que las universidades públicas o privadas de EE UU.
A los centros públicos de educación superior suelen acudir estudiantes con menos recursos económicos que, tras completar algunos cursos en esas instituciones, suelen solicitar una transferencia a las universidades.