MUNDO

Biden acusó a Trump de rendirse ante el covid-19

por Avatar AFP

El candidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, Joe Biden, acusó el domingo 25 de octubre a Donald Trump de rendirse ante el covid-19, mientras un nuevo brote del virus afecta al equipo del presidente, los casos aumentan en todo el país y el jefe de gabinete del republicano hizo un incómodo reconocimiento.

Nueve días antes de la votación, con más de 225.000 muertes por coronavirus en Estados Unidos, el jefe de gabinete de Trump, Mark Meadows, reconoció el domingo 25 de octubre que la Casa Blanca no va «a controlar la pandemia».

«Esto es lo que vamos a hacer. No vamos a controlar la pandemia, vamos a controlar el hecho de que podemos tener vacunas», dijo Meadows a CNN el domingo.

De inmediato, Biden aprovechó el comentario de Meadows y volvió a criticar al gobierno sobre su manejo de la pandemia, que el sábado alcanzó un nuevo récord de nuevos casos con casi 90.000 infectados en un día.

«No fue un error de Meadows», denunció Biden en un comunicado. «Fue una constatación honesta de la estrategia del presidente Trump desde el comienzo de la crisis: agitar la bandera blanca de la derrota y esperar que, si se lo ignora, el virus se irá», agregó.

«No lo ha hecho y no lo hará», afirmó.

El mensaje de Biden llegaba mientras millones de estadounidenses, preocupados por la perspectiva de centros electorales repletos el día de la elección, el 3 de noviembre, y motivados por una votación enmarcada como existencial por ambos candidatos, siguen votando de manera anticipada, sea en persona o por correo.

Nueve días antes de la votación, el sufragio anticipado ya es más numerosa que en las elecciones de 2016, conforme un estudio independiente publicado el domingo.

De acuerdo con el Proyecto Electoral de Estados Unidos, un centro de estudios de la Universidad de Florida, hasta el domingo más de 59 millones de votantes ya habían sufragado.

Pence mantiene agenda de campaña

Atrás en los sondeos y con poco tiempo, Trump, de 74 años de edad, continuó su ritmo acelerado de campaña, incluyendo paradas el domingo en New Hampshire y Maine.

Sus intentos de desestimar la gravedad de la pandemia o resaltar otros temas se enfrentan constantemente con malas noticias sobre el virus.

Marc Short, jefe de equipo del vicepresidente Mike Pence, dio positivo a la prueba de covid-19 el fin de semana, el último hasta la fecha en incluir su nombre en la lista de colaboradores del gobierno de Trump, incluido el mandatario, que se han contagiado de coronavirus.

El vocero de la campaña republicana Tim Murtaugh, dijo que Pence, con aprobación de los médicos, seguirá haciendo campaña por el país. Él y su esposa dieron negativo.

«La gente de su equipo está en cuarentena, y confía en las mejores recomendaciones de la unidad médica de la Casa Blanca», dijo Murtaugh a Fox News.

El domingo en New Hampshire, Trump continuó insistiendo en desviar la atención de las malas noticias sobre el virus: «Estamos cerca, tenemos las vacunas, tenemos todo».

Aún no se han aprobados vacunas para el virus y los expertos advierten de miles de muertes adicionales en los meses que vienen.

Campañas contrastantes

El equipo de campaña de Trump trató el domingo de evadir el nuevo brote de coronavirus en su grupo centrando sus ataques contra Joe Biden, senador durante décadas y exvicepresidente de Barack Obama, acusándolo de «47 años de fracaso» en Washington.

Murtaugh criticó a Biden por su relajada agenda de campaña, diciendo que el candidato demócrata estaba «sintiendo la presión» y que «se tomó cinco o seis días libres» antes del último debate presidencial, realizado el jueves.

«La diferencia entre lo que estamos haciendo y lo que está haciendo Donald Trump», dijo la subdirectora de campaña de Biden, Kate Bedingfield, es que «lo estamos haciendo de manera segura».

Biden ha mantenido una ventaja estable de alrededor de 10 puntos en las encuestas nacionales y una más estrecha en estados en disputa como Florida, que normalmente deciden al ganador de las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

Pero tanto demócratas como republicanos desconfían de los sondeos tras la sorpresiva victoria de Trump en 2016 al derrotar a Hillary Clinton contra todo pronóstico.