Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, aseguró este miércoles que el diálogo es la única solución a las diversas crisis que sacuden Latinoamérica.
En declaraciones a la prensa, Bachelet habló sobre Venezuela y confió en que el diálogo que intenta mantener con el régimen venezolano haga posible que su oficina establezca «una presencia permanente» en el país.
Aseveró que esto será para poder hacer un seguimiento de lo que ocurre desde dentro y no del exterior, como debe hacerlo actualmente.
Sobre las conversaciones que hay entre los integrantes del Grupo de Lima para presentar la próxima semana al Consejo de Derechos Humanos una resolución pidiendo una comisión internacional que investigue las violaciones de derechos humanos en Venezuela, Bachelet dijo que serán los países los que decidan lo que quieren.
Ella apuesta porque se permita que su personal trabaje directamente en el terreno «ya que creemos que podemos hacer un trabajo muy positivo allí».
1.291 personas asesinadas en Río de Janeiro
Al cumplir su primer año en uno de los puestos del mundo que mayor catadura moral requiere, Bachelet compartió sus reflexiones sobre algunas de las situaciones que más le preocupan.
«Entre enero y junio de 2019, solo en Río de Janeiro y São Paulo, se nos ha informado de 1.291 personas asesinadas por la policía, un aumento del 12% al 17% comparado con el mismo período en el año pasado», dijo.
Indicó a la prensa que esta violencia se ha centrando en afrodescendientes y habitantes de favelas.
Agregó que ello ha ocurrido en medio de «un marcado aumento de la violencia policial» y de «discursos que legitiman las ejecuciones extrajudiciales y la ausencia de rendición de cuentas».
Reduciendo espacios para defensores de derechos humanos
La alta comisionada denunció que se van reduciendo los espacios para que los defensores de los derechos humanos trabajen. Tanto en Brasil, como en Colombia y México.
Sobre este último país, Bachelet defendió la necesidad de un diálogo entre las autoridades y la sociedad civil.
Como elemento positivo, la alta comisionada valoró la promesa del gobierno mexicano de que reconocerá la competencia del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Desapariciones Forzadas.
Esto, para que pueda recibir denuncias directas de víctimas o sus familiares, y que sus integrantes puedan visitar el país.
Proceso de paz en Colombia
Igualmente, Bachelet cree que con el diálogo puede superarse el mal momento que atraviesa el proceso de paz en Colombia.
La alta comisionada dijo que alzarse en armas no es la respuesta a las demoras que está teniendo la implementación de algunos puntos del acuerdo de paz.
Pero, recalcó que tampoco lo es la «mano dura» con la que ha respondido el gobierno.
Señaló que los largos años que duró el conflicto armado colombiano a veces hacen olvidar lo que supuso y a lo que no se puede volver.
«Más de 220.000 muertos, más de 5 millones de civiles obligados a abandonar sus hogares generando la segunda población de desplazados internos más numerosa del mundo».
«¿Realmente queremos regresar a esto?», reflexionó la alta comisionada.
Hong Kong y Siria
Comentando la situación en otras partes del mundo, la alta comisionada pidió que la policía evite la violencia frente a las protestas ciudadanas en Hong Kong.
«Cualquier país puede enfrentar una situación así, pero lo importante es discutirlo alrededor de una mesa para encontrar soluciones», defendió.
Bachelet expuso la grave situación en Siria, donde dijo que en las zonas desmilitarizadas de la provincia de Idleb se registró la muerte de más de 1.000 civiles −304 de ellos niños− entre el 29 de abril y el 29 de agosto pasados.
Estos hechos ocurrieron en bombardeos que, en su mayoría, pueden atribuirse a fuerzas gubernamentales y sus aliados.