Michelle Bachelet, alta comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, manifestó este lunes su preocupación por la muerte del capitán Rafael Acosta Arévalo.
«Estoy conmocionada por la presunta tortura del capitán Arévalo y por el trato al que fue sometido mientras estaba en custodia. Recuerdo a las autoridades venezolanas que son responsables de la vida y de la integridad física y psicológica de todas las personas privadas de libertad», indicó en un comunicado.
Destacó que es necesario que las autoridades lleven a cabo una investigación rápida, exhaustiva, eficaz, independiente, imparcial y transparente de su muerte, que incluya una autopsia que siga los estándares internacionales.
«Esto es esencial para arrojar luz no solo sobre lo que ocurrió con él, sino también para facilitar que se lleve ante la justicia a los responsables de su muerte», reiteró.
En ese sentido, instó a las autoridades a que permitan a los otros seis militares y ex oficiales de seguridad detenidos junto con el capitán Acosta Arévalo recibir visitas de sus abogados y familiares.
«Se deben adoptar medidas para prevenir la reincidencia de la tortura y otros malos tratos de personas bajo la custodia del Estado», puntualizó.