Que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, censure las políticas del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, no es ninguna novedad. Sin embargo, en los últimos días, la dirigente popular ha redoblado sus advertencias sobre el socialista a raíz de la radicalización de este tras los comicios europeos.
Unas elecciones que perdió el PSOE y que ha precipitado que, en palabras de Tamara Falcó, Sánchez «la tome con la democracia». Y es que sus amenazas a la prensa libre y a los jueces se han recrudecido mientras va cediendo más y más –si cabe– terreno al independentismo catalán.
En este contexto, Ayuso lo tiene claro y, lejos de amedrentarse ante quien la pueda tildar de exagerada o apocalíptica, ha afirmado que los últimos movimientos de Sánchez llevan a España a «una dictadura».
Controlar los medios y el Poder Judicial, usar las instituciones contra la alternativa política, reescribir la Historia, llenar las instituciones de comisarios políticos y reescribir el Código Penal son solo algunas de las cuestiones que ha enumerado la presidenta madrileña para evidenciar que, efectivamente, Sánchez trata de llevar al país a un régimen autoritario en el que nada ni nadie estén por encima de él.
En ese sentido, Ayuso ha comparado el «Plan de acción democrática» que el presidente del gobierno ha anunciado que presentará el próximo mes –un eufemismo para disfrazar una batería de medidas para controlar a los medios de comunicación–, con la Ley Mordaza que en 2009 lanzó el entonces presidente venezolano, Hugo Chávez.
Una ley que preveía castigar el delito de «divulgación de noticias falsas» que ocasionen «una alteración de la tranquilidad pública» o «hubieren producido un perjuicio a los intereses del Estado». Un artículo que Sánchez pretende trasladar a España porque, según sus propias palabras, ese «Plan de acción democrática» tiene como objetivo «acabar con la impunidad de algunos ‘pseudomedios’ financiados en buena parte por gobiernos de coalición de ultraderecha entre el PP y Vox». Además, también tiene previsto modificar la ley orgánica sobre el derecho al honor y a la rectificación.
A pesar de que Ayuso ha denunciado que Sánchez pretende que «nada le ponga límites» ha avanzado que su gobierno «no le tiene ningún miedo» y no se va a «achantar» a la hora de decir las verdades.
Unas verdades entre las que se enmarca que «el gobierno está utilizando todos los poderes del Estado y la Fiscalía General contra el adversario político y todas las herramientas del Estado para borrar delitos, amnistiar delincuentes y todos estos atropellos que se están viendo».
Además, Ayuso también ha alzado la voz contra la financiación «singular» para Cataluña que el Ejecutivo está negociando con el separatismo catalán a cambio de poder seguir contando con su apoyo en el Congreso. Un extremo que para la jefa del gobierno autonómico se resume en «robar a todos los españoles para comprar la voluntad de los que están arruinando Cataluña».