La policía detuvo el martes a un hombre sospechoso de estar armado. El sujeto se acercó al palacio de Buckingham y lanzó al suelo lo que al parecer eran cartuchos de fusil, dijo la policía metropolitana de Londres.
La detención, a las 7:00 pm hora local (18H00 GMT), ocurre a solo días de la coronación del rey Carlos III, a la que asistirán personajes de la realeza y líderes mundiales.
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«El lugar fue acordonado luego de encontrar al hombre en posesión de una bolsa sospechosa», añadió el comunicado de la policía.
«Especialistas que llegaron al lugar realizaron por precaución una explosión controlada de la bolsa, tras efectuar una evaluación», indicó.
Recuperaron los elementos lanzados por el hombre y los llevaron para el examen por especialistas.
Un acontecimiento sin heridos
Preparativos para la coronación del rey Carlos III y la reina Camila | Foto: Justin Tallis / AFP
El jefe de la Policía metropolitana, Joseph McDonald, dijo que el cuerpo de seguridad trabajó de inmediato para detener al hombre, que se encuentra bajo control de las autoridades.
«No hay reportes de disparos ni de heridos entre la policía y el público», añadió.
«La policía sigue en el lugar y las investigaciones están en curso», señaló.
Los medios de prensa británicos indicaron que ni el rey Carlos, de 74 años de edad, ni su esposa, la reina Camila, de 75 años, se encontraban en el lugar.
El palacio de Buckingham no quiso hacer comentarios.
Desde Buckingham hasta Westminster
El rey Carlos III y la reina Camilla | Foto: Stefan Rousseau / POOL / AFP
Autoridades cerraron la vía que lleva al palacio de Buckingham como previsión de la coronación del sábado, la primera en Reino Unido desde hace 70 años.
Miles de soldados participarán en una procesión desde el palacio de Buckingham a la abadía de Westminster como parte de la coronación y se espera la presencia de gran cantidad de público.
La operación de seguridad destinada a proteger el itinerario es una de las más importantes de los últimos años.
Contará con francotiradores de élite colocados en los techos y agentes infiltrados, así como detectores como los utilizados en aeropuertos, perros adiestrados y una zona de exclusión aérea en el centro de Londres.