El lanzamiento de 12 misiles desde Irán contra el consulado estadounidense en la ciudad de Irak, Erbil, provocó la reacción airada de las autoridades de este país, que han condenado el ataque como una agresión a su soberanía nacional. Pero sin mencionar explícitamente a su vecino, con quien tratan de mantener buenas relaciones.
«Debemos resistir con firmeza los intentos de hundir al país en el caos», dijo en un mensaje en su cuenta de Twitter el presidente iraquí, el kurdo Barham Saleh. Consideró la agresión contra Erbil, capital de la región autónoma del Kurdistán, de «crimen terrorista».
El mandatario atribuyó el incidente a un intento de sabotear la formación de Gobierno, que se está negociando actualmente entre las distintas fuerzas políticas. Esto tras las elecciones legislativas de octubre pasado, que volvieron a dejar un Parlamento muy fragmentado.
El primer ministro, Mustafa al Kazemi, también reaccionó en la misma red social. Indicó que el lanzamiento de misiles contra Erbil fue «un ataque a la seguridad de nuestro pueblo».
Por su parte, el presidente del Parlamento iraquí, Muhamed al Halbusi, dijo por el mismo medio que la agresión «es un ataque a la soberanía de Irak y la seguridad de todos sus ciudadanos».
Fuentes estadounidenses aseguraron no tener claro si el objetivo de los misiles, de los que no dijeron el número, era el aeropuerto de Erbil. En donde hay instalaciones con presencia de personal de EE UU. O contra su consulado en esta ciudad del norte de Irak, capital de la región autónoma del Kurdistán.
Solo daños materiales durante ataque de Irán a región de Irak
Sin embargo, los servicios de inteligencia del Kurdistán informaron en un comunicado que se trataron de 12 proyectiles lanzados. Los cuales iban contra el consulado y que la acción, perpetrada a la una de la madrugada (22.00 GMT) solo causó daños materiales.
Pero aunque dijeron que los proyectiles «fueron lanzados desde fuera de las fronteras de Irak y de la región del Kurdistán, específicamente desde el este», no acusaron directamente a Irán, el único país vecino en esa dirección.
Posteriormente la Guardia Revolucionaria iraní reivindicó el lanzamiento de los misiles. Aseguró que iban dirigidos contra un «centro de conspiración de actos diabólicos» de Israel. Esto en represalia por la muerte de dos de sus miembros en un ataque israelí con misiles en las inmediaciones de Damasco el pasado lunes.
En los últimos años Irak hace equilibrios para mantener buenas relaciones tanto con Estados Unidos como con Irán. A pesar de que milicias locales afines a Teherán son sospechosas de estar detrás de numerosos ataques con misiles, cohetes y drones contra intereses estadounidense en el país.
Estos han apuntado sobre todo contra instalaciones militares con presencia de personal de Estados Unidos. Los cuales están presente en el país como parte de una coalición para combatir al grupo terrorista Estado Islámico. Sobre todo para exigir su retirada del país tras el asesinato a principios de 2020 del general iraní Qasem Soleimani en un ataque selectivo estadounidense en Bagdad.
Las últimas acciones de este tipo tuvieron lugar a principios de enero pasado, pero esta es la primera agresión lanzada desde Irán desde el 3 de enero de 2020. Dos días después de la muerte de Soleimani, contra una base militar en el oeste de Irak.