El primer ministro de Haití, Ariel Henry, recibe cada vez más presiones a favor de una transición que permita aliviar la crítica situación en el país.
Estos llamamientos no solo vienen del interior, con manifestaciones que exigen su renuncia, sino que también desde el exterior pues piden un cambio.
Para tratar la transición, este viernes se anunció una sesión especial de la Comunidad del Caribe que tendrá lugar el lunes en la capital de Jamaica y en la que también participarán la ONU y otros actores internacionales.
La finalidad de esta cita, de acuerdo con el portavoz de la secretaría general de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, es fomentar el apoyo para una restauración de las instituciones democráticas lo antes posible.
Según fuentes de alto nivel en la ONU, el único mensaje que Caricom tiene para Henry es pedirle su renuncia, extremos que apoyan algunos de los países más influyentes en Haití, como Estados Unidos y Canadá.
No hay consenso sobre Haití
Esta misma semana el presidente de turno de Caricom, el mandatario de Guyana Irfaan Ali, se refería a la falta de acuerdo entre las distintas fuerzas en Haití. «Hemos estado trabajando contrarreloj y, pese a las muchas reuniones, no hemos sido capaces de alcanzar todavía ninguna forma de consenso entre el gobierno y las partes interesadas de la oposición, sociedad civil, sector privado y organizaciones religiosas», dijo.
Ali subrayó la urgente necesidad de consenso para hallar una solución liderada por Haití ante una compleja situación agravada por la falta de las instituciones claves funcionando, como la Presidencia y el Parlamento, así como la violencia.
El tiempo apremia y las presiones recaen sobre Henry, quien después de estar días en paradero desconocido se encuentra actualmente en Puerto Rico.
La víspera, el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, le reiteró la urgente necesidad de acelerar la transición hacia un gobierno más amplio e inclusivo en una conversación telefónica que busca avanzar en la solución a la crisis haitiana.
Necesidad de una solución a la crisis
Las presiones también se dan desde el interior de Haití, donde algunos actores esperan la instalación de un consejo presidencial de transición y donde la violencia ha aumentado de forma exponencial desde el 28 de febrero.
Violencia, en manos de poderosas bandas armadas que aseguran perseguir la salida del poder de Haití y que aterrorizan a la población con sus matanzas, secuestros, violaciones y ataques.
Según un acuerdo político de 2022, el mandato de Henry debía concluir el pasado 7 de febrero, pero el primer ministro sigue en el poder y hace unos días se conoció su compromiso de celebrar elecciones a más tardar en agosto de 2025, tras lo cual aumentó la tensión.
En Puerto Príncipe decenas de personas salieron el jueves a las calles para exigir su renuncia, una manifestación convocada por el partido político Pitit Dessalines, dirigido por el exsenador Moise Jean Charles, y que fue dispersada por la Policía con gases lacrimógenos.
Esta protesta se produjo el mismo día en que el gobierno haitiano prorrogó un mes el estado de emergencia en el departamento del Oeste, donde está Puerto Príncipe, y prolongó por cuatro días el toque de queda, al tiempo que prohibía cualquier manifestación.
También el que fuera primer ministro entre 2020 y 2021, Joseph Jouthe, indicó en un comunicado en su cuenta de X este viernes que es imperioso que los actores políticos, la sociedad civil y la población en su conjunto den prueba de moderación y colaboren para encontrar soluciones pacíficas y duraderas, con un espíritu de diálogo, compromiso y rechazando la violencia.
Alerta en el país
A Henry le pide hacer prueba de abnegación, moderación, rigor, ponderación y magnanimidad para tomar las sabias decisiones que respondan a las aspiraciones de todas las capas de la población haitiana, en el interés superior del país.
Por otra parte, los países cercanos temen que lleguen a sus territorios muchos haitianos y, ante esa posibilidad, Jamaica quiere evitar una avalancha.
«Aceptaremos acoger legítimamente a un número de personas, concretamente a los huérfanos de un orfanato que fue aislado y a personal del Banco Mundial», dijo el ministro jamaicano de Seguridad Nacional, Horace Chang, ante el Parlamento.
Por su parte, la vecina República Dominicana mantiene estrictas medidas y, según el ministro de Defensa, teniente general Carlos Luciano Díaz Morfa, está preparada para enfrentar cualquier desafío que pueda surgir.
Por otro lado, el presidente Luis Abinader afirmó el lunes que el país se encuentra en alerta ante el deterioro de la crisis en Haití.