La cifra de fallecidos por el atentado ocurrido el pasado 20 de diciembre en un mercado navideño de Magdeburgo, Alemania, ascendió a seis, según confirmaron las autoridades este lunes.
Una mujer de 52 años de edad perdió la vida en un hospital de la región debido a las heridas sufridas durante el ataque.
Klaus Tewe, portavoz de la Fiscalía de Naumburgo, informó que la víctima falleció hace algunos días, aunque la confirmación oficial se dio recientemente, reseña AFP.
Con este deceso, el número total de víctimas mortales incluye a un menor de 9 años de edad y cinco mujeres cuyas edades oscilan entre los 45 y los 75 años.
Más de 500 personas afectadas
De acuerdo con cifras oficiales, 299 personas resultaron heridas durante el ataque.
No obstante, el comisionado alemán para las víctimas, Roland Weber, señaló que la cifra total de afectados asciende a 531.
Este número incluye no solo a las víctimas mortales y heridos, sino también a testigos presenciales, familiares traumatizados y personas que enfrentaron pérdidas económicas relacionadas con el atentado.
Autor del atentado en Magdeburgo detenido
Taleb Jawad al Abdulmohsen, autor del mortal atentado en Magdeburgo, quedó descrito como una figura compleja y problemática, cuyo historial plantea interrogantes sobre las medidas de prevención de las autoridades alemanas.
De nacionalidad saudí y con 50 años de edad, al Abdulmohsen llegó a Alemania en 2006, donde obtuvo el estatus de refugiado.
Psiquiatra de formación, el agresor era conocido por su carácter difícil de descifrar y sus opiniones controvertidas, que combinaban un rechazo abierto al islam, críticas al sistema migratorio alemán y apoyo a teorías conspirativas de extrema derecha.
Durante años, expresó su descontento a través de miles de publicaciones en redes sociales, muchas de las cuales, según la ministra del Interior Nancy Faeser, evidencian «signos de un psiquismo patológico».
Además, su ruptura con su país de origen y su religión lo ubicaron en una posición aislada tanto social como emocionalmente.
En 2013, lo condenaron en Alemania por alteración del orden público y amenazas de cometer crímenes, delitos que ya señalaban una inclinación hacia la violencia.
Arabia Saudita alertó en varias ocasiones sobre su peligrosidad y solicitó su extradición, pero las autoridades alemanas concluyeron que no representaba un «riesgo particular».
El ataque parece estar motivado por su deseo de denunciar la supuesta falta de apoyo a refugiados saudíes que, como él, rompieron con su país de origen.
Sin embargo, los motivos aún no se han aclarado completamente, según reconoció la ministra Faeser, quien destacó la falta de «un esquema previo» en el perfil del atacante.
Actualmente, el sujeto permanece en prisión preventiva a la espera de juicio.
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