El Buró Federal de Investigaciones (FBI por su sigla en inglés) comenzó a revelar este domingo los primeros detalles de las pesquisas del intento de asesinato el sábado del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, mientras crecían los llamados a la unidad tras un ataque que puso en vilo a la nación en plena campaña electoral para las presidenciales de noviembre.
El servicio de inteligencia reveló que el joven de 20 años Thomas Matthew Crooks fue quien disparó el sábado contra el expresidente durante un mitin en Butler, Pensilvania, dejándolo levemente herido en la oreja derecha. Crooks también mató a un asistente al evento e hirió de gravedad a otras dos personas.
¿Qué se sabe sobre el atentado a Donald Trump?
El joven tirador fue ultimado por agentes del Servicio Secreto segundos después de que disparó cerca de ocho tiros desde un tejado a una distancia de alrededor de 200 metros.
Donald Trump herido en Pensilvania FOTO: EFE/EPA/DAVID MAXWELL
Las primeras investigaciones apuntan a que Crooks, residente de Bethel Park, un suburbio de clase media, actuó solo y no hay pistas de que perteneciera a alguna organización terrorista internacional.
Las publicaciones en redes sociales y textos hechos por el joven tampoco revelan una ideología clara ni han dejado al descubierto antecedentes de alguna enfermedad mental, por lo que las autoridades investigan el ataque como intento de asesinato y como “posible acto de terrorismo interno”.
Crooks, según reveló este domingo a los periodistas Robert Wells, subdirector de la división antiterrorista del FBI, usó un rifle AR-15 adquirido por su padre de manera totalmente legal, aunque no queda claro si tomó el arma con permiso de su progenitor o no.
Los investigadores también encontraron material explosivo en el vehículo del sospechoso, estacionado cerca del lugar del ataque en Pensilvania, así como en su domicilio.
Conocidos describieron al tirador como una persona tímida que sufrió bullying (acoso) y que por lo general se sentaba solo a comer en los descansos en la escuela. Aunque parecía “socialmente reservado”, un antiguo compañero no recordaba haberlo oído hablar de política o de Trump, según ABC.
La policía local bloquea las carreteras que rodean la casa del sospechoso de disparar al expresidente estadounidense Donald Trump. FOTO: AFP
Información de la prensa local sostiene además que Crooks estaba afiliado al Partido Republicano y las próximas elecciones del 5 de noviembre serían las primeras en las que hubiera podido votar. No obstante, cuando Crooks tenía 17 años hizo una donación de 15 dólares a ActBlue, un comité de acción política que recauda dinero para políticos progresistas.
El peor acto de violencia política en Estados Unidos en décadas
El atentado contra Trump en Pensilvania, en todo caso, ha sido calificado como el peor acto de violencia política estadounidense en décadas y muestra que la violencia en la nación norteamericana pasó de la retórica a los hechos, por lo que varios líderes internacionales expresaron su consternación.
El secretario general de la ONU, António Guterres, por ejemplo, condenó “inequívocamente este acto de violencia política”, mientras que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, manifestó que “se debe condenar todo ataque a la democracia”.
El domingo, tanto el presidente Joe Biden como Donald Trump instaron también a los estadounidenses a mostrar unidad tras el atentado. “La unidad es el objetivo más difícil de alcanzar de todos, pero nada es más importante que eso en este momento”, dijo Biden a los periodistas en la Casa Blanca.
Luego, en un discurso a la nación desde el Despacho Oval en la noche, llamó a los estadounidenses a «bajar la temperatura» y afirmó que la política no es un «campo de matanza».
«Todos nosotros afrontamos ahora el periodo de la prueba a medida que se acercan las elecciones. Cuanto más hay en juego, más se enardecen las pasiones», añadió. «No importa lo fuertes que sean, nuestras convicciones nunca deben caer en la violencia (…) Es hora de calmarse».
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden. FOTO: AFP
El mandatario también reveló que solicitó una revisión independiente de los hechos que ocurrieron el sábado, al tiempo que ordenó una revisión completa de la seguridad en el mitin –que ha sido foco de críticas en las últimas horas–, así como en la Convención Nacional Republicana que arranca este lunes, en Milwaukee, en la que Trump será designado oficialmente como el candidato republicano.
Un mensaje similar transmitió Trump, de 78 años de edad, en su red Truth Social. “En este momento es más importante que nunca que permanezcamos unidos y mostremos nuestro verdadero carácter como estadounidenses, permaneciendo fuertes y determinados e impidiendo que la maldad gane”, escribió el magnate, para quien “solo dios impidió que ocurriera lo impensable”.
Trump también se refirió este domingo a la familia de la víctima mortal, así como a las dos personas heridas, de las que pidió su pronta recuperación. El fallecido fue identificado como Corey Comperatore, un bombero de 50 años y acérrimo partidario del expresidente republicano, quien falleció al lanzarse a proteger a su familia. Mientras que los heridos son David Dutch, de 57 años, y James Copenhaver, de 74 años.
Por lo pronto, tal como reseña Anthony Zurcher, corresponsal de la BBC en Estados Unidos, “es difícil predecir el impacto que los acontecimientos tendrán en el país y en su discurso político”.
El candidato presidencial republicano, el expresidente Donald Trump, es sacado del escenario durante un mitin. FOTO: Getty Images via AFP
Para los adversarios de Trump puede resultar más difícil a partir de ahora lanzar críticas contra Trump, que escapó a la muerte durante un acto democrático. Pero el beneficio para Trump a largo plazo podría tener más que ver con aumentar la participación electoral y garantizar votos que con convertir a los agnósticos.
“Al final, los votantes se calmarán y volverán a su candidato preferido. Pero lo que pasó (en Pensilvania) definitivamente afectará la votación final, garantizando que todos los votantes de Trump realmente votarán”, dijo en X el veterano encuestador Frank Luntz.
Servicio Secreto en la mira por el ataque contra Trump
El esquema de protección del expresidente republicano Donald Trump está en el punto de mira tras el intento de magnicidio del sábado en un mitin de Pensilvania. Como exmandatario, Trump tiene derecho a protección del Servicio Secreto, que retiró al magnate de la escena del ataque en Butler.
Pero varios analistas han criticado en las principales televisiones de Estados Unidos las medidas preventivas de ese grupo de seguridad por no tener en cuenta el riesgo que suponían varios edificios de una planta que rodeaban la zona del mitin en un descampado utilizado para eventos agrícolas. Los expertos aseguran que el lugar no fue protegido adecuadamente para evitar que el tirador accediera a un punto con un tiro limpio hacia el escenario en el que se encontraba Trump.
Videos en redes sociales, además, muestran a personas señalando al atacante y asegurando que tenía un fusil antes de que comenzara a disparar hacia el escenario en el que Trump llevaba 10 minutos hablando.
“Hoy, los políticos estadounidenses y la opinión pública quieren saber cómo un presunto asesino fue capaz de subir a una azotea, armado con un rifle, y disparar contra el podio, en una zona que se suponía despejada”, se preguntó al respecto el corresponsal de seguridad de la BBC, Frank Garner, sobre el papel del Servicio Secreto en el ataque.
El Servicio Secreto estaba a cargo de la seguridad del expresidente. FOTO: Getty Images
Algunos informes que circularon el domingo también indicaron que el equipo de Donald Trump pidió seguridad adicional y esta le fue denegada para el mitin de Butler, una información que fue rápidamente desmentida por el portavoz del Servicio Secreto, Anthony Guglielmi.
“Hay afirmaciones falsas de que un miembro del expresidente solicitó recursos de seguridad adicional y que fueron denegadas. Eso es absolutamente falso. De hecho, añadimos recursos de protección y tecnología y capacidades ante el aumento del tempo de los viajes de campaña”, afirmó en un comunicado.
Por lo pronto, el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos ya citó a una audiencia el 22 de julio en la que tendrá que declarar la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheattle, para esclarecer cómo un joven de 20 años y sin entrenamiento militar puso en jaque al país y estuvo a punto de cometer un magnicidio.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, también prometió que harán una investigación parlamentaria completa. “El pueblo estadounidense merece saber la verdad”, escribió en X.
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