El centro de Houston, donde viven 2,3 millones de personas, es el más afectado por la arremetida de Harvey, que tocó tierra el viernes como huracán categoría 4 y luego se degradó a tormenta tropical. El agua ha llegado a un metro de altura y hay 5.500 personas en refugios, indicó el alcalde Sylvester Turner.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, elevó a 8 la cifra de muertos, 6 en el condado de Harris, que incluye Houston, uno en Rockport y otro en Galveston. Declaró el desastre en 54 condados y la advertencia de inundación en otras 6 localidades.
Hay 13 millones de personas en alerta en Texas y Luisiana, donde también se declaró la emergencia.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que recuperarse será un largo y difícil camino. Visitará hoy Corpus Christi, en el sur de Texas. “Nunca hubo nada parecido. Es la mayor de todas las inundaciones. Dicen que es la más grande, es histórico”, señaló.
La Agencia Federal de Gestión de Emergencia calcula que tendrán que alojar al menos 30.000 refugiados.
Afectados. “No ha parado de llover y hay viento. La cosa más fea está en el centro de Houston. Ya el agua llega casi a los puentes y eso es un desastre”, relató Arcángela Cugno, venezolana que vive con sus dos hijos y su hermana en Cypress, a 40 km de la capital de Texas. Trabaja como maestra.
El viernes vivió horas de terror: “Primero fue el alerta por el huracán, pero luego fueron las alarmas por tornado. Aquí cerca cayeron varios. Toda la noche estuvimos encerrados en los clósets. Mientras los niños dormían yo vigilaba”.
En 4 días ha habido 162 alarmas de tornado en la zona. “Los avisos llegan a los teléfonos y debemos resguardarnos de inmediato en los clósets, que son grandes como un cuartico, y uno los prepara con cobijas gruesas y almohadas”, explicó.
Señaló que hay animales de todo tipo en la calle. “Serpientes, alacranes, arañas y hasta algún que otro cocodrilo caminando en las calles de lo más normal”, añadió.
Gitsy Morón también es venezolana. Vive desde hace dos años y medio con su esposo y su hijo en las cercanías de Jersey Village, a 27 km del centro Houston.
“Afortunadamente los edificios en los que vivo quedan en una parte un poco alta, pero los alrededores están inundados. Estamos literalmente encerrados en casa”, relató.
Explicó que después de tres días le preocupa que no hay condiciones para trabajar: “Para nosotros como inmigrantes cada día de ingresos cuenta”.
Dijo que ninguna de las lluvias o inundaciones de temporadas anteriores se comparaba con esta. “Lo asombroso es que no para de llover, jamás había visto tanta lluvia”.
Gabriela Suárez de Barráez tiene dos años y medio viviendo en Katy, una población texana a 42 km de Houston. Migró de Venezuela con su esposo y sus dos hijos.
“Somos unos privilegiados porque hasta ahora no hemos sido afectados. Estamos encerrados, pero no ha sido más que el susto”, detalló.
Dijo que tiene familia en el centro de Houston, pero que no han sufrido. “Están secos y bien. Le doy gracias a Dios cada cinco minutos”.
El Consulado de Venezuela en Houston no se ha comunicado de ninguna forma con los venezolanos afectados.
El dato
15 personas de la tercera edad fueron rescatadas de un ancianato en Dickinson, a 46 km de Houston, después que una foto del grupo de ancianos con el agua hasta la cintura, publicada por Timothy McIntosh en Twitter, se hiciera viral. David Popoff, coordinador de manejo de emergencias de Dickinson, confirmó que 18 personas fueron rescatadas de La Vita Bella.
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