Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, expresó este jueves su esperanza de que la reunión con su homólogo Vladimir Putin ayude a solucionar la escalada de tensiones en la provincia siria de Idlib.
«Considero que los pasos que daremos y las decisiones que tomemos aliviarán sin lugar a dudas la situación», afirmó al inicio de su reunión con Putin en el Kremlin.
El mandatario ruso trasladó sus condolencias a Erdogan por la muerte de una treintena de soldados turcos el pasado 27 de febrero, en un bombardeo sirio en Idlib.
Aunque recordó que el Ejército del régimen de Bachar al Asad también sufrió graves bajas y no estaba informado sobre la presencia de los militares turcos en la zona.
«Debemos abordar esta situación para que en primer lugar no se repitan estos incidentes, y en segundo lugar esto no afecte a las relaciones entre Turquía y Rusia, que son importantes y valiosas para usted y para nosotros», indicó Putin al recibir a su homólogo.
Tanto Erdogan como Putin tienen la intención de lograr un cese al fuego estable en Idlib, pero ambos se han enrocado en sus posiciones. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, admitió que las negociaciones entre ambos líderes serán difíciles.
Ataques en suelo sirio
Los dos reafirmaron en los últimos días su apego a los acuerdos alcanzados en 2017 y 2018 en el balneario ruso de Sochi mediante los que acordaron frenar la ofensiva del régimen sirio contra Idlib, establecer una zona de desescalada en la provincia y crear un área desmilitarizada de una profundidad de entre 15 y 20 kilómetros.
No obstante, a ojos de Moscú, Turquía no ha cumplido con los acuerdos, dado que no ha logrado separar la oposición moderada de los terroristas, en tanto que Ankara acusa a Rusia de «cerrar los ojos» ante los ataques del Ejército sirio.
El mes pasado la tensión aumentó entre Ankara y Damasco, y entre Ankara y Moscú por los ataques en suelo sirio que han causado víctimas en las filas de ambos países.
El peor episodio para Turquía ocurrió el pasado día 27 cuando fallecieron 34 soldados turcos en un bombardeo sirio en Idlib.
Este suceso provocó que Erdogan lanzara una ofensiva contra el Ejército leal al presidente Bachar al Asad en Idlib, región dominada por el Organismo de Liberación del Levante.
Esta es una alianza islamista en la que está incluida la ex filial siria de Al Qaeda, a la que Moscú y Damasco considera «terrorista».
Moscú, fiel aliado de Al Asad, recalcó que Siria tiene todo el derecho de luchar contra los terroristas.
Erdogan aseguró que no va a retirar a sus tropas de Idlib y que responderá de forma contundente a cualquier nuevo ataque por parte del Ejército sirio y sus aliados.