El jefe del Gabinete de la Presidencia de Paraguay, Juan Ernesto Villamayor, defendió este jueves ante el Congreso su papel en una controvertida reunión con un emisario de Juan Guaidó en la que se discutió una posible reducción de la deuda de la petrolera estatal paraguaya con la venezolana.
La Cámara de Diputados había aprobado con anterioridad esa interpelación tras el revuelo causado por esa reunión, que en Paraguay se conoció a través de una investigación del rotativo The Washington Posts sobre las gestiones del equipo de Guaidó para la recuperación de los fondos del gobierno venezolano en el extranjero.
Durante la interpelación, no vinculante, Villamayor respondió cada una de las 15 preguntas del cuestionario que le fue presentado previamente por escrito, antes del interrogatorio por parte de los miembros de la Cámara de Diputados.
El jefe de ministros del presidente Mario Abdo Benítez, cuyo gobierno reconoce a Guaidó como presidente encargado de Venezuela, reiteró las explicaciones sobre esos contactos que en las últimas semanas concedió a los medios locales, en medio de las críticas al gobierno por no haber informado de los mismos cuando se produjeron.
En ese sentido, Villamayor insistió en que su reunión en Asunción del 11 de noviembre de 2019 con Javier Troconis, el comisionado de Guaidó para la recuperación de los activos venezolanos en el extranjero, fue exploratoria y de cara a la posibilidad de un acuerdo sobre la deuda de la paraguaya Petropar a la venezolana Pdvsa.
Villamayor, que ese día recibió a Troconis y al abogado argentino Sebastián Vidal, reafirmó que en esa ocasión se habló de un preacuerdo a través del cual Paraguay tendría una salida ventajosa con la deuda, cercana a los 300 millones de dólares, y que le hubiera deparado un ahorro de 160 millones de dólares, pagándola al contado sin intereses y otros conceptos punitivos.
Sin embargo, detalló que la conversación no podía avanzar hasta tanto el Tribunal Internacional de Comercio, con sede en París, donde el régimen de Nicolás Maduro llevó la controversia en 2016, reconozca la personería jurídica de Guaidó.
«No porque reconozca al señor Guaidó el señor Maduro acaba de desaparecer», señaló Villamayor al recordar que los antecedentes de la deuda se remontan a un acuerdo bilateral firmado en 2009 durante el gobierno de Fernando Lugo (2008-2012).
Y en 2011 los gobiernos de ambos países acordaron un nuevo acuerdo por el que se estableció un cronograma de refinanciación con una tasa de interés que pasa del 2 al 4, además de un fideicomiso en un banco de Bahamas, algo que se sale del convenio de Caracas de 2009, de acuerdo con el funcionario.
En relación con el papel de Vidal, Villamayor aseguró que fue contratado por el gobierno de Venezuela, por lo que deslindó responsabilidades sobre los 26 millones de dólares que hubiera correspondido al abogado argentino en «honorarios, no por comisión».
Troconis, en declaraciones reproducidas en los medios locales, afirmó que conoció a Vidal en el Palacio de gobierno, en Asunción, en ocasión de la cuestionada reunión.
Al respecto, Villamayor exhibió un correo en que el venezolano acepta los servicios jurídicos del señor Vidal un mes antes de la reunión palaciega.
El secretismo de ese encuentro, del que se supo a través de la publicación estadounidense, provocó duras críticas por parte de la oposición, así como del sector del gobernante Partido Colorado que lidera el expresidente Horacio Cartes (2013-2018).
Algunos aliados de Cartes exigen la renuncia de Villamayor, uno de los colaboradores más cercanos de Abdo Benítez, y no descartaron que a la interpelación, que concluirá con la votación que deberá llevarse a cabo en otra sesión, se sume un pedido de juicio político.
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