Alexéi Navalny, el principal opositor ruso, arrestado el domingo en Moscú, debe ser liberado inmediatamente, instó Jake Sullivan, futuro asesor de seguridad nacional del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden.
«Los autores del escandaloso ataque a su vida deben rendir cuentas», agregó Sullivan.
Navalny fue detenido en el control de pasaportes del aeropuerto Sheremetyevo de Moscú menos de una hora después de volar desde Berlín desafiando las advertencias de que enfrentaba un arresto inminente.
El Departamento de Estado de Estados Unidos no emitió una reacción inmediata, pero su detención provocó la condena de la Unión Europea y de Sullivan.
«Los ataques del Kremlin contra el señor Navalny no solo son una violación de los derechos humanos, sino una afrenta al pueblo ruso que quiere que se escuche su voz», dijo Sullivan.
El arresto pareció demostrar que las autoridades ya no tolerarían las actividades del activista anticorrupción y crítico del gobierno, quien en la última década se ha convertido en el oponente más prominente del presidente Vladimir Putin.
Navalny incumplió cuando estaba en Alemania las condiciones de la condena de 2014, que le obliga a presentarse al menos dos veces por semana en la administración penitenciaria, según el FSIN.
La principal figura de la oposición rusa cayó súbitamente en coma en agosto, cuando regresaba de un viaje a Siberia. Inicialmente fue hospitalizado en Omsk, pero fue evacuado unos días después a un hospital de Berlín.
Tres laboratorios europeos concluyeron que fue envenenado con un agente nervioso del tipo Novichok, desarrollado en la época soviética, una conclusión que confirmó la Organización para la Prohibición de Armas Químicas.
Moscú lo niega y acusa a los servicios secretos occidentales y a la higiene de vida de Navalny.