Una mujer de 33 años de edad fue asesinada a tiros cuando enfrentó a un hombre que encendía fuegos artificiales en Brooklyn, Nueva York, informó Fox News.
A Shatavia Walls le dispararon el 7 de julio y murió el viernes 17 de julio a causa de sus heridas en el Hospital Brookdale, informó la policía.
Fox News detalló que Shatavia Walls recibió ocho disparos en el 1259 Loring Ave, en Pink Houses. Su compañero, Kelvin Hernández, fue golpeado.
De acuerdo con el New York Post, el presidente del condado de Brookyn, Eric Adams, dijo el mes pasado que encender fuegos artificiales ilegales es un «acto no violento», e instó a los residentes a «ir a hablar con los jóvenes o las personas de su cuadra que están usando fuegos artificiales» en lugar de llamar al número de emergencias 911.
Eso fue precisamente lo que hizo la mujer asesinada: le dijo al hombre que dejara de prender fuegos artificiales.
Logró que el sospechoso se fuera del lugar, pero al poco tiempo regresó con un arma para disparar contra Walls y Hernández, quienes intentaban huir, dijo la policía.
El atacante aún permanece prófugo.
Adams insistió el sábado en que «la primera línea de interacción cuando se trata de comportamientos no criminales debe ser entre vecinos».
«Si una situación se intensifica hasta el punto en que alguien se vuelve irrespetuoso o violento, se debe llamar a la policía», agregó. «Nunca aprobaremos ninguna forma de violencia. La persona que le disparó a la señora Walls debe ser encontrada y responsabilizada penalmente. Mi corazón está con ella y toda su familia en este horrible incidente», expresó.
Nueva York ha registrado un alza de 130% de los tiroteos en junio. La policía atribuye esta situación en parte al clima creado por las manifestaciones contra el racismo y la brutalidad policial, alimentando la polémica sobre las reformas tras la muerte de George Floyd.
Las autoridades también citan entre las razones del aumento de los tiroteos la liberación precoz de presos debido a la pandemia de coronavirus en las prisiones, el cierre de las cortes por el covid-19 y también a «una animosidad enorme» contra la policía en las protestas del movimiento Black Lives Matter, que ha «derribado el ánimo» de los agentes, según el jefe de la policía Terence Monahan.