La alerta roja debido al mal tiempo por las lluvias torrenciales, que han provocado graves inundaciones, continúa en la región de Emilia Romaña, en el noreste de Italia, donde se cuentan al menos 9 muertos y más de 20.000 evacuados, así como enormes destrozos que han afectado a las líneas eléctricas, telefónicas y a la viabilidad en la zona.
Después de las graves inundaciones de este miércoles en las provincias de Forlí, Ravena, Cesena, Ravena que han dejado localidades enteras bajo el agua se teme por los próximas horas, ya que el nivel de casi todos los ríos sigue estando por encima del umbral de emergencia.
En las próximas horas no se prevén fuertes precipitaciones, mientras que se esperan durante el fin de semana, lo que mantiene en alerta roja a toda la región.
Durante la noche se registraron nuevas inundaciones en la zona de Rávena y continuaron las evacuaciones de los habitantes en pueblos como Castel Bolognese, Villanova di Ravenna, Filetto y Roncalceci, debido al riesgo de inundación causado por el desbordamiento del rio Lamone.
Aunque se ha retomado la circulación en los tramos cortados este miércoles en la autopista A14, que recorre el litoral adriático de Italia, hoy también hubo problemas por un corrimiento de tierra que afectó la autopista A1 en el tramo entre Sasso Marconi norte.
El presidente de la región de Emilia Romaña, Stefano Bonaccini, explicó este miércoles que se necesitará mucha ayuda económica para poner en pie de nuevo esta zona, sobre todo agrícola.
El Gobierno italiano anunció que destinará otros 20 millones, que sumarán a los 10 millones ya aprobados hace un par de semanas cuando la región sufrió otra inundación, para las primeras emergencias., así como también se suspenderás las obligaciones fiscales y las hipotecas durante un tiempo.
«Ha sido como un nuevo terremoto en vísperas del catastrófico suceso de Emilia Romaña de 2012, cuyo aniversario está a punto de cumplirse. Unos cuarenta municipios han quedado inundados, estructuras arrasadas, ferrocarriles interrumpidos, carreteras provinciales prácticamente demolidas y un puente se ha derrumbado», describió Bonaccini.
El gobierno celebrará el próximo martes un consejo de ministros para abordar la situación y en el que se declarará el estado de catástrofe para aprobar todas las ayudas, afirmó hoy en una entrevista radiofónica el ministro de Medio Ambiente y Seguridad Energética, Gilberto Pichetto Fratin.
Las inundaciones han dejado sin energía eléctrica a cerca 50.000 usuarios, mientras que otros 100.000 tienen problemas en la telefonía móvil y otros 10.000 en la telefonía fija.
Asimismo se ha cancelado el Gran Premio de Fórmula 1 que se iba a disputar este fin de semana en Ímola.