El embajador de Estados Unidos en la Conferencia de Desarme, Robert Woods, declaró este jueves que hablará con otros representantes del organismo para que Venezuela no vuelva a presidir este u otros foros internacionales, mientras continúe el régimen de Nicolás Maduro.
“Es una clara afrenta al sistema de diálogo multilateral”, señaló Woods, quien abandonó la sala de reuniones el 28 de mayo en la primera reunión presidida por Venezuela, y solo regresará a este foro de negociación sobre control de armamentos a partir de la próxima semana, cuando Vietnam asuma el liderazgo rotatorio.
Woods aseguró que la Conferencia de Desarme “debe debatir muy seriamente la forma cómo algunos Estados criminales asumen puestos de liderazgo en foros multilaterales como este”.
Afirmó que a países como Siria o Venezuela, que asumió la Presidencia mensual del organismo en 2018, “no se les debería permitir”.
El boicot estadounidense a la Presidencia venezolana a lo largo de este mes fue secundado también por embajadores de varios países latinoamericanos del Grupo de Lima, y se originó pocos meses después de un desplante similar cuando Venezuela participó en el Consejo de Derechos Humanos a principios de este año.
“Venezuela está cada vez más aislada internacionalmente”, afirmó Woods, quien aseguró que su país seguirá trabajando “junto al presidente Juan Guaidó y miembros de la Asamblea Nacional para asistir al pueblo venezolano que tan desesperadamente lo necesita”.
La Conferencia de Desarme, creada en 1979, tiene 65 Estados miembros y se reúne habitualmente en la Sala del Consejo del Palacio de las Naciones de Ginebra, decorada con pinturas muralistas del artista español José María Sert.