El juicio oral contra Jeanine Áñez fue suspendido este jueves por un tribunal sin fecha definida, en medio de la tensión en las calles entre defensores de la expresidenta transitoria de Bolivia que consideran es una «presa política» y afines al oficialismo que la señalan de «golpista» por la crisis de 2019.
Dos grupos de personas llegaron a la calle Colón en la ciudad de La Paz cerca al Tribunal Anticorrupción, unos con la tricolor boliviana, con carteles mostrando su apoyo y exigiendo justicia para Áñez, y otros con la wiphala, la bandera multicolor indígena, pidiendo «cárcel» para la exmandataria interina.
«Esto no es justicia es persecución» o «libertad», gritaban los que apoyaban a Áñez, mientras que el otro bando respondía «asesinos» o «golpistas».
- IDEA califica de arbitrarios detención y juicio de Jeanine Áñez
- Jeanine Áñez invita a Michelle Bachelet a conocer las torturas que sufre en la cárcel
El juicio contra Áñez, quien está detenida preventivamente en una cárcel en La Paz, debía iniciar este jueves de forma virtual por el caso denominado «golpe de Estado II» en el que se le acusa de los presuntos delitos de incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución.
Carolina Ribera, la hija de Áñez, llegó hasta el punto acompañada de la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, Amparo Carvajal, utilizando una mascarilla con el texto «justicia para Jeanine» y una camiseta con el mensaje de «fue sucesión constitucional».
«Pedimos que se defienda en libertad y que el juicio sea presencial y público para que todos puedan ir», expresó Ribera a los medios.
Con su llegada la tensión emergió entre ambos bandos que cada vez se iban acercando más y los policías se pusieron en medio de los grupos, pero eso no fue suficiente ya que el grupo que pedía «cárcel» para Áñez empezó a lanzar huevos.
«Estamos aquí para que todos los responsables estén presos porque es lo mínimo que le debemos a todas las familias que han sufrido», comentó a Efe Tupac García, quien exigía cárcel para Áñez.
Luego llegaron senadores y diputados de la bancada opositora de Creemos para expresar su apoyo a la familia de Áñez en medio de la tensión.
«Estamos aquí aguantando que nos tiren objetos, que nos insulten, nos atropellen y por cierto la Policía está mirando de palco, no hace nada, pero estamos apoyándola a la señora Jeanine Áñez, que es expresidenta constitucional», indicó a Efe la diputada de Creemos Mariel Marín.
A medida de que los afines al oficialismo continuaban lanzando cosas, los seguidores de Áñez comenzaron a retirarse.
El juicio
En medio de la tensión en las calles, el juicio oral y virtual inició con retraso, con desorden en las intervenciones y fallas técnicas, por lo que la defensa de la exmandataria transitoria pidió que se realice una audiencia presencial para evitar esos contratiempos.
Es así que determinaron realizar un cuarto intermedio en la audiencia luego de escuchar las consideraciones y al volver el Tribunal Primero de Sentencia en lo Penal informó que se dejó sin efecto el auto de apertura del juicio contra Áñez, además se pidió que se realicen correcciones y saneamientos a los procedimientos que han sido observados.
Por ahora se desconoce la nueva fecha del juicio y si será nuevamente virtual o presencial.
Reacciones
El ministro de Justicia, Iván Lima, expresó a los medios que el Gobierno «respeta el debido proceso» y «respeta la decisión de la Justicia boliviana» que está actuando de forma «independiente».
Sobre el pedido de la defensa de Áñez de que sea una audiencia presencial, Lima indicó que es un punto que debe ser analizado por los jueces, pero que el Gobierno va a brindar «las mejores condiciones» sea virtual o presencial.
Por su parte, la senadora de Creemos Centa Rek sostuvo que se trata de un «juicio montado» contra Áñez y que no corresponde un juicio por la justicia ordinaria al ser una exmandataria.
«El gobierno quiere generar esta confrontación, quiere generar un clima de violencia, ¿por qué tanto odio?», cuestionó Rek.
Áñez, en detención preventiva hace casi 11 meses en una cárcel de La Paz, está procesada por otro caso denominado «golpe de Estado I» por supuestos cargos de sedición, conspiración y terrorismo.
La exmandataria transitoria se declaró el miércoles en huelga de hambre ante su desesperación de ver un país «sin justicia ni ley».
La crisis política y social de 2019 se desató luego de las observaciones a los resultados de las anuladas elecciones de ese año que daban a Evo Morales el derecho a un cuarto mandato consecutivo y la renuncia del entonces mandatario, quien denunció ser víctima de un golpe de Estado.
Para el oficialismo, Áñez vulneró los reglamentos del Senado y la Cámara de Diputados para ponerse en sucesión constitucional y asumir la Presidencia tras la renuncia de Morales y de todos los que por ley estaban habilitados para liderar el Ejecutivo.