El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió este martes sobre la posibilidad de «una catástrofe humanitaria» en Afganistán y pidió fondos para ese país tras la partida de las fuerzas estadounidenses.
«Una catástrofe humanitaria se avecina» destacó Guterres en un comunicado, en el que mencionó «el agravamiento de la crisis humanitaria y económica» y la «amenaza de un colapso total de los servicios básicos».
Guterres también exhortó a los Estados miembros de la ONU a «otorgar un financiamiento oportuno, flexible y amplio» para atender la situación del pueblo en Afganistán, que según él está «en su hora más oscura» en términos de sus necesidades básicas.
«Les insto a que ayuden a garantizar que los trabajadores humanitarios tengan el financiamiento, el acceso y las garantías legales que necesitan para quedarse y entregar esta ayuda», agregó en el comunicado.
«Necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir»
Sin citar a los talibanes, el jefe de la ONU pidió a «todas las partes que faciliten el acceso humanitario seguro y sin obstáculos a suministros vitales y esenciales, así como a todos los trabajadores humanitarios, hombres y mujeres».
Recordó también que «casi la mitad de la población afgana, 18 millones de personas, necesita ayuda humanitaria para sobrevivir».
«Uno de cada tres afganos no sabe de dónde vendrá su próxima comida», justificó Guterres, para luego enfatizar que más de la mitad de los niños menores de 5 años pasarán hambre el próximo año.
«Más que nunca, los niños, mujeres y hombres de Afganistán necesitan la solidaridad de la comunidad internacional», insistió.
Veinte años después de ser expulsados del poder por Estados Unidos, los talibanes controlan una vez más la mayor parte del territorio afgano. Celebraron su victoria el martes cuando el último vuelo militar estadounidense partió de Kabul la noche anterior tras la retirada total de sus tropas y una masiva evacuación de funcionarios y ciudadanos afganos.