Lo importante no es ser sino aparentar, dice un refrán popular que puede resumir la mediática historia de Anna Sorokin, conocida por su alias Anna Delvey.
La inmigrante rusa, que hoy tiene 31 años, se hizo pasar por una rica heredera alemana en la alta sociedad neoyorquina y consiguió estafar bancos, hoteles y conocidos.
Sus redes sociales eran actualizadas frecuentemente con la cotidianidad de su lujosa fantasía, hasta que fue arrestada el 3 de octubre de 2017 en Los Ángeles.
La historia se hizo mundialmente famosa gracias a «Inventando a Anna», la serie de Netflix inspirada en su caso y en la que la misma Sorokin colaboró como asesora paga.
El éxito de la serie no solo le ha traído beneficio económico, también le ha abierto más oportunidades en el mundo del entretenimiento.
Lo paradójico es que esto ha ocurrido mientras Sorokin ha estado privada de la libertad y con incertidumbre sobre su futuro en Estados Unidos.
Entonces, ¿qué ha pasado con su caso legal y que ha dicho desde prisión?
Un proceso legal que continúa
Un año después de su arresto, a finales de 2018, Sorokin compareció ante un tribunal de Nueva York y se declaró no culpable.
Ha dicho que ir a juicio era la única forma que tendría de contar su versión de la historia.
En marzo de 2019 inició un juicio en su contra que duró un mes, tiempo durante el cual Sorokin logró recibir diferentes prendas de vestir para sus apariciones en público. Según ha explicado, lo hizo porque su ropa era lo único que podía controlar en la narrativa sobre su caso.
Las fotos con sus atuendos durante el juicio circularon ampliamente por redes sociales.
En abril de 2019, el jurado la encontró culpable por robo de servicios y hurto mayor al haber estafado a bancos y hoteles de lujo por más de $200.000 USD.
Fue absuelta por tentativa de estafa a su entonces amiga Rachel DeLoache Williams, quien resultó con una deuda de $62.000 USD aproximadamente, después de que viajaran junto a dos personas más a Marruecos y se hospedaran en un resort de lujo.
La condena de Sorokin, por ocho de los 10 cargos en su contra, fue de mínimo cuatro años y máximo 12 en una prisión federal.
Casi dos años después y gracias a su buen comportamiento, Sorokin recibió libertad condicional en febrero de 2021 y regresó de inmediato a las redes sociales.
Pero solo seis semanas después, en marzo de 2021, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE UU (ICE por sus siglas en inglés) la retuvo bajo custodia por haberse quedado en el país más tiempo del permitido por su visa.
Ha transcurrido un año desde entonces y Sorokin sigue detenida en una prisión de New Jersey y a la espera de la resolución sobre su posible deportación a Alemania, país en el que creció y del cual es ciudadana.
Sorokin ha dicho que espera poder quedarse en Norteamérica porque Alemania es, para ella, peor que la prisión.
Anna, de la prisión al entretenimiento
Desde que su historia se hizo conocida por un artículo de la periodista Jessica Pressler, publicado en New York magazine, Anna Sorokin ha hecho apariciones en varios medios, incluida la BBC en inglés.
Durante sus primeras entrevistas Sorokin se mostró confiada y risueña, dijo que se identificaba como Anna Delvey y que no sentía culpa por sus acciones.
Reconoció, además, que Netflix le pagó 320.000 USD por los derechos de su historia, que ha usado ese dinero para pagar restitución y gastos legales, como lo manda la ley, pero que al final su vida sigue ocurriendo en prisión sin importar cuánto dinero le han pagado.
Sus críticos, en cambio, señalan que ha usado todo el proceso legal para ganar más fama, de ahí que quisiera tener un juicio mediático y que se esforzara por posar a la moda en medio de las audiencias.
En cuanto a la serie de Netflix, ha sido cuestionada su falta de claridad y la fina línea entre ficción y realidad.
Algunas críticas argumentan que al priorizar la estética de telenovela que genera intriga, termina inflando los hechos y personajes al punto de dejar a los espectadores con serias dudas sobre lo que ocurrió en realidad.
Además, se ha dicho que el personaje de Delvey se queda corto y no logra explicar por qué pudo engañar a tanta gente.
En una entrevista reciente con The New York Times, Sorokin dijo que tiene mucho más para compartir sobre su historia. Anticipó que está preparando un documental y que está escribiendo un libro y trabajando en un podcast sobre su tiempo en prisión.
También aclaró que sus primeras declaraciones públicas fueron hechas bajo presión, pero que no quiere alentar a otros a cometer crímenes financieros y que se si pudiera volver atrás habría actuado diferente.
Dice que más que glorificarse, está concentrada en sacar lo mejor de su experiencia.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional