La alta comisionada para los DD HH de la ONU dijo este lunes que estaba «horrorizada» por las imágenes de cadáveres descubiertos en la ciudad ucraniana de Bucha, después del repliegue de las tropas rusas.
«Las informaciones que están saliendo de esta zona y de otras plantean preguntas graves y preocupantes sobre posibles crímenes de guerra e infracciones graves del derecho internacional humanitario, así como atropellos graves a los derechos humanos», subrayó Michelle Bachelet en un comunicado, pidiendo también que se «preserven todas las pruebas».
Además de la identificación de los cuerpos para poder avisar a los familiares, Bachelet pidió que se pusiera todo en marcha para poder determinar las causas de las muertes.
Los cadáveres de civiles en Bucha, esparcidos por las calles, algunos con las manos atadas detrás de la espalda, provocaron una oleada de condenas.
Las autoridades ucranianas y sus aliados acusan a los soldados rusos de haber cometido atrocidades, pero Moscú niega estas acusaciones y sugiere una puesta en escena por parte de Kyiv.
«Es vital llevar a cabo una investigación independiente y eficaz» sobre lo que ocurrió en Bucha para que se haga justicia y reparación hacia las víctimas y sus familias, subrayó la expresidenta de Chile.
Tras lo ocurrido, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó a los soldados rusos de «asesinos, torturadores, violadores, saqueadores».
«Quiero que cada madre de cada soldado ruso vea los cuerpos de la gente muerta en Bucha, en Irpin, en Hostomel. Quiero que todos los líderes de la Federación Rusa vean cómo se cumplen sus órdenes», expresó el mandatario.