El Coliseo Mayor de Santa Marta abrió este martes sus puertas para atender a alrededor de 500 pacientes, entre samarios y venezolanos, en el primer día de asistencia humanitaria que brindan los tripulantes del buque hospital USNS Comfort como parte de la misión Promesa Duradera.
Un total de 3.900 personas se inscribieron para esta jornada de atención médica gratuita, de las cuales alrededor de 1.200 son venezolanos, de acuerdo con cifras ofrecidas por Linda Cabarcas, secretaría de Salud municipal.
Entre estos venezolanos, se encuentra Romelia Sánchez, de 24 años de edad, quien tiene dos años y medio en la capital de Magdalena y recibió atención odontológica.
«Para que puedan atender a uno como es, tiene que esperar jornadas como esta», explicó Sánchez, quien no cuenta con el permiso especial de permanencia, documento fundamental para inscribirse en el sistema de salud.
Como a muchos, la crítica situación económica, política y social obligó a esta joven a dejar a su hija de 5 años de edad al cuidado de su mamá en Coro, estado Falcón, para empezar a trabajar en casas de familia. «A veces a uno lo recriminan, pero lo más fuerte ha sido estar sin tu familia. Me dan ganas de irme, me siento triste, pero me pongo a pensar en lo difícil de la situación en Venezuela y no me voy», expresó.
Hoy, en lo único que piensa Romelia es en buscar a su hija, a la que no ve desde que dejó su ciudad natal. «La extraño y la amo», dijo entre lágrimas.
Consultas en dólares
Aura Guzmán, de 31 años de edad y oriunda de Maracaibo, espera -con 32 semanas de gestación- a su tercer hijo. El personal médico del buque hospital, instalado en el campamento del Coliseo Mayor, le brindó atención en medicina general y pediatría para sus niños.
«Me vine porque allá para que te atiendan en el embarazo tienes que pagar en dólares, hasta en los hospitales públicos», indicó Guzmán, quien tiene cuatro meses en la zona costera. Está con su esposo, hijo, una hermana y su papá.
Aunque el trato recibido ha sido bueno, debido a la cordialidad del samario, destacó lo complicado que es acceder a la atención médica sin el PEP: «Acá, si no tienes papeles, no eres nada. Es algo difícil, en Venezuela no te quieren atender porque no tienes dinero y no hay insumos, y aquí no te quieren atender porque no eres colombiano y no tienes papeles».
Pese a este dilema, Guzmán afirmó que no regresaría al país, a menos que la situación «se acomode», debido a que iniciativas como la del USNS Comfort hace que tenga más posibilidades de recibir atención médica, para ella y su familia.
24.000 venezolanos
En Santa Marta hay 24.000 venezolanos, 18.000 con el PEP, de los cuales solo 4.700 están afiliados al sistema de salud, indicó Cabarcas.
Durante la jornada de asistencia humanitaria, estarán inscribiendo a las personas que posean el PEP y se acerquen al Coliseo Mayor o a la Institución Educativa Distrital INEM Simón Bolívar con un recibo de luz, como único requisito.
«Esa visita es excelente. En buena hora llegó el busque para apoyarnos en la atención humanitaria y el intercambio de conocimientos», manifestó.
Hasta el domingo 25 de agosto se espera que el USNS Comfort atienda a 5.000 pacientes en el área de medicina general, dermatología, laboratorio, rayos X, odontología, optometría, pediatría, medicina preventiva, salud de mujer y salud pública.
Esto, además de realizar 100 cirugías, entre generales, oftalmológicas, ortopédicas, orales, maxilofaciales, plásticas para personas con quemaduras, corrección de labio leporino y paladar hendido.
Las cirugías por hacer fueron evaluadas este lunes, gracias al censo realizado por la Secretaría de Salud de Santa Marta. Sin embargo, las personas que deseen atenderse en las demás áreas deberán inscribirse para recibir atención médica antes de que culmine la visita.
Mediante esta asistencia humanitaria, también se entregarán tratamientos para un mes, para aquellos pacientes que lo requieran, lentes, muletas, bastones y sillas de ruedas.