El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, condenó este jueves en términos muy duros al gobierno venezolano.
“Sufro los dolores de Venezuela, sufro con cada venezolano que resiste bajo un régimen que tiene las manos manchadas de sangre”, dijo en una ceremonia celebrada en la Alcaldía de Doral, ciudad aledaña a Miami, Florida, Estados Unidos, donde el grupo del exilio Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex) le entregó la Orden del Exilio Venezolano Rómulo Betancourt.
Almagro responsabilizó directamente al gobierno de Nicolás Maduro de la represión en las actuales marchas y protestas pacíficas, así como de la inhabilitación de candidatos políticos, lo que a su juicio “entraña un ejemplo de dictadura”.
En un salón de actos abarrotado en el que recibió también las llaves de la ciudad de Doral de manos de su regidor, Juan Carlos Bemúdez, el secretario general de la OEA acusó además al gobierno venezolano de las sentencias de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, que “consolidan lo que ya estaba en los hechos”: el “quiebre democrático, un atentado a la constitucionalidad en Venezuela”, aseveró.
Almagro también repudió “las acciones homicidas de los paramilitares que se esconden bajo el nombre de colectivo” y pidió el cese de la represión de las fuerzas del orden, “que son en realidad del caos”.
Almagro dejó claro a los exiliados venezolanos su determinación y compromiso en la aplicación de la Carta Democrática Interamericana, un instrumento, hizo hincapié, que da a los venezolanos el “derecho a vivir en democracia e impone al gobierno la obligación de promoverla y defenderla”.
La OEA ha intentado activar la Carta Democrática para denunciar la falta de garantías democráticas en Venezuela y suspender temporalmente al país como miembro, la sanción más alta de la que dispone este organismo.
Los numerosos venezolanos congregados en la Alcaldía de Doral recibieron al secretario general de la OEA con palabras de gratitud y gritos de “¡Gracias, secretario!” y “¡Viva Venezuela!”, en una ciudad conocida como “Doralzuela” o «la Pequeña Caracas» por el gran número de ciudadanos de ese país suramericano radicados en ella.
Almagro tuvo palabras de elogio para los venezolanos que viven en el exilio, aquellos que se han visto forzados a “salir de la patria por razones políticas, por no poder ejercer derechos como la libertad de expresión y pensamiento”.
En ese contexto, destacó que, según los datos que maneja la OEA, los venezolanos están al frente en el número de solicitudes de asilo en Estados Unidos, con 18.155 peticiones en 2016, un 100 % más que en 2015 y seis veces más que en 2014.
El alcalde de Doral leyó a continuación la proclama en la que se declaró, a petición de Veppex, el 13 de abril, como el “Día del Exiliado Venezolano”.
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