La Justicia realizó este viernes por la noche un allanamiento en el departamento de Alberto Fernández y le incautó el teléfono celular en el marco de la investigación por violencia de género tras la denuncia de Fabiola Yañez. El motivo de la medida fue constatar si el expresidente continuó “hostigando” a su expareja luego de ser notificado de que no tenía que tener contacto con ella.
El procedimiento, que ordenaron los fiscales Carlos Rívolo y Ramiro González, se llevó a cabo en la torre de Puerto Madero, donde reside el expresidente, según confirmaron a La Nación fuentes judiciales. Allí, en el piso 12 del edificio River View, Fernández volvió a permanecer este viernes durante toda la jornada, acompañado por unos pocos amigos y familiares.
El sorteo se hizo este viernes a la mañana en la Cámara Federal por medio de un sistema informático que asigna las causas. Los juzgados entre los que se sorteó el caso eran aquellos numerados del 6 al 11. El sistema determinó que la causa quedara en el juzgado N° 10, que es el natural de Ercolini, mientras que el fiscal de turno con ese juzgado es Ramiro González.
De este modo ahora los dos hechos investigados, la corrupción con los seguros y la violencia de género, tramitan como causas separaras pero quedan con el mismo juez. Intervienen la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) y la Dirección General de Acompañamiento, de Orientación y Protección a las Víctimas (DOVIC).
Ahora el fiscal González espera el momento oportuno para escuchar el relato de Yañez, de modo que haga una descripción detallada de los hechos y el lugar donde tuvieron lugar. Habrá que ser si del teléfono celular incautado esa noche al expresidente Fernández surgen nuevos elementos de prueba para aportar al expediente de la causa en formación.