La violación al cese del fuego e infracciones al Derecho Internacional Humanitario de las llamadas disidencias Estado Mayor Central de las exFARC parece ser más grave de lo que hasta ahora se conoce.
La Defensoría del Pueblo asegura que antes de que se conociera la masacre de 4 niños indígenas que se negaron a ser reclutados, esa organización ilegal ya había violado en 50 ocasiones el cese del fuego decretado en diciembre por el gobierno de Gustavo Petro.
Ese episodio llevó al gobierno a tomar medidas dentro del proceso de acercamiento con las disidencias de Iván Mordisco.
Pero EL TIEMPO conoció que está a punto de salir un nuevo informe que podría agravar la situación de cara a las negociaciones con esa disidencia.
Los socios en Brasil
En efecto, desde Leticia (Amazonas), el defensor del Pueblo Carlos Camargo habló de una alerta temprana de inminencia para Vaupés y Amazonas por la presencia de dos alas de este grupo criminal.
Se trata del Frente Primero Carolina Ramírez, (el mismo de la masacre de los cuatro niños) y del Frente Primero Armando Ríos, que según Camargo están impactando de manera grave y diferencial el ejercicio de los derechos colectivos de los pueblos indígenas, en esos territorios.
Según el informe de la Defensoría del Pueblo, que EL TIEMPO conoció en primicia, existen relaciones entre el Frente Primero y redes del crimen organizado brasileño.
De hecho, se habla de que están atravesando la frontera internacional, para la operación de tráfico de sustancias estupefacientes y de materiales provenientes de la explotación de la minera ilegal, utilizando menores reclutados.
Entre las estructuras de crimen organizado que tendrían relación con las disidencias de las FARC están Comando Vermelho y Primer Comando Capital.
En la alerta de inminencia que fue enviada al ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, también se habla del interés de disidencias de las FARC de reclutar niños, niñas y adolescentes para su operación armada o para que trabajen como transportadores de cocaína hasta Brasil, en las comunidades asentadas por los ríos Apaporis, Mirití y Caquetá, tanto como en las áreas no municipalizadas de Puerto Santander, Mirití Paraná y La Pedrera (Amazonas).