El Consejo de Ministros alemán aprobó este miércoles una partida de 200 millones de euros de ayuda inmediata para los afectados por las inundaciones en el oeste de Alemania, en las que han muerto al menos 170 personas.
Esa partida deberá ser duplicada por ayudas provenientes de los estados federados afectados, con lo que se elevará a 400 millones.
«Las ayudas inmediatas son para la gente que lo ha perdido todo. Es importante que sea rápida y sin burocracia», dijo el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, en una comparecencia ante la prensa.
Los estados federados y las autoridades locales asumirán la logística para realizar los pagos de las ayudas a las personas afectadas.
Scholz dijo que en caso de que los 400 millones no sean suficientes se podrán aumentar las partidas.
Además, se deberá aprobar un programa para la reconstrucción de la infraestructura en las regiones afectadas.
Sobre ese programa, según Scholz, se empezará a debatir cuando haya mayor claridad acerca de los daños totales que se estiman en miles de millones de euros.
Las inundaciones se produjeron la semana pasada debido a fuertes y constantes lluvias que afectaron ante todo a los estados federados de Renania del Norte-Westfalia y de Renania-Palatinado-
El número de muertos puede aumentar, según la vicepresidenta del Servicio de Ayuda Técnica, Sabine Lackner
«Seguimos buscando desaparecidos mientras limpiamos las calles o sacamos el agua de los sótanos. Pero lamentablemente en este momento lo más probable es que ya solo podamos encontrar cadáveres», dijo Lackner, en unas declaraciones a los medios del grupo RND.
La policía de Coblenza, que había llegado a hablar de 1.300 desaparecidos, aunque había advertido de que en muchos casos podía tratarse de personas incomunicadas, habla ahora de 155 personas que siguen sin ser halladas en el valle del río Ahr.
En esa misma zona es donde se ha registrado la mayor parte de víctimas mortales, con 117.
Lackner criticó que se haya abierto ahora un debate acerca de la mejora de los sistemas de alarmas y sobre posibles responsabilidades ante la tragedia por considerar que es demasiado pronto para ello.
«Naturalmente tenemos que analizarlo todo. Pero este debate me parece desafortunado apenas cuatro días después de la tragedia. Hay gente que está ante las ruinas de su existencia. Para el debate se necesita tranquilidad y también los expertos y expertas que ahora están dedicados a trabajos de rescate», dijo.