Alejandro Toledo, ex presidente de Perú, permanecerá detenido en Estados Unidos mientras dure el proceso de extradición que solicitó el Estado peruano debido al caso Odebrecht. Así lo dispuso este viernes el juez Thomas S. Hixson, de la Corte del Distrito Norte de California.
El magistrado ordenó que Toledo sea recluido en un establecimiento de dicho país al considerar que existen elementos que supondrían que podría fugarse de Estados Unidos, reportó Liliana Michelena para El Comercio.
Toledo Manrique fue arrestado este martes por orden del juez Hixson, quien admitió el pedido de la Fiscalía Federal del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
El ex mandatario se presentó vestido de rojo ante el juez, traje que los detenidos usan en Estados Unidos, y no tenía esposas.
En el momento en el que ingresó en la Sala de Audiencia saludó a su esposa, Eliane Karp, con la mirada y un gesto. Karp le respondió el saludo agitando las dos manos.
Mientras se hacía la audiencia, Toledo permaneció con la mirada gacha a su lado.
El pedido de detención se ordenó por la fiscal general que indicó que existía una causa probable de que Toledo habría cometido los delitos de tráfico de influencias, colusión y lavado de activos, los cuales fueron atribuidos por las autoridades peruanas.
La fiscalía norteamericana señaló, entre otras cosas, que existía un riesgo de fuga si Toledo Manrique quedaba en libertad.
Primero, porque tenía los medios financieros para huir de Estados Unidos y podría usar 20 millones de dólares que habría recibido de la empresa Odebrecht.
Hallaron dinero en su casa
Durante la audiencia, la fiscal federal Elise Lapunzina confirmó que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) halló una maleta con 40.000 dólares en efectivo cuando el ex presidente fue arrestado en su casa de Menlo Park, California, y que hasta el momento se desconoce la procedencia del dinero.
La representante del gobierno de Estados Unidos señaló que no aplicaba la libertad bajo fianza por el riesgo de fuga de Toledo Manrique. “No tiene mayores lazos con el área de la Bahía de San Francisco ni con los Estados Unidos”, dijo.
Además, precisó que tiene un pasaporte peruano que ya expiró, sin viajes ni sellos desde 2017. “Intentó renovarlo en junio de 2019, sin éxito”, agregó.
La fiscal explicó que la extradición no se trataría de una confirmación o adjudicación de culpa en los casos en los que se le investiga, sino de encontrar la causa probable para extraditarlo y que siga la investigación en Perú.
Afirmó que Toledo no ha probado que cumple con las condiciones especiales para salir bajo fianza. “Es un fugitivo con riesgo de fuga y debe seguir detenido. No ha viajado en estos años, justamente por el temor a la orden de arresto en su contra”, afirmó.
Abogado apeló a sus antecedentes
Joseph P. Russoniello, abogado y defensa legal de Toledo Manrique, dijo ante el juez que no existía riesgo moral de fuga.
«Si ve quién es Toledo, tiene lazos con esta comunidad del norte de California, donde ha pasado tanto tiempo en su vida adulta como en Perú», señaló.
Hizo un recuento de las actividades que su defendido venía realizando en la Bahía de San Francisco desde 1969 y que volvió a Stanford en 2016 para completar otro libro que contribuye a su misión con el Perú.
«Cuando fue presidente, la economía mejoró en Perú. Bill Clinton y otros suscriben su libro, donde explica lo que hizo como presidente. Es una persona extraordinaria», afirmó Russoniello.
El abogado indicó, además, que Toledo tuvo que atravesar, por su origen indígena, y al final de la dictadura en el Perú.
Afirmó ante el juez que hubo un intento de la justicia peruana de corromper el sistema, puesto que, a su entender, se requería que hubiera una acusación contra Toledo en el Perú, pero por el momento solo existe una investigación, pero no elevada al nivel de cargos bajo la ley peruana.
«Es una investigación, no un caso en la corte», dijo.
«El prejuicio contra Toledo, como persona indígena, y por su hostilidad al gobierno de (Alberto) Fujimori, le impediría conseguir justicia en Perú. Toledo solo cree que encontrará justicia en las cortes de Estados Unidos», agregó.
El abogado aseguró que el ex presidente permanecería en Estados Unidos, para afrontar el proceso de extradición que, según su análisis, no es viable.
“Toledo habría sido un tonto si hubiera viajado a otro país donde pudiera ser arrestado por Interpol, que lo habría mandado a un país donde no se respetan sus derechos. Lo que Perú, Jorge Barata y Josef Maiman dicen, que puede ser fácilmente desacreditado, hace de esto una charada”, aseguró.
Luego de escuchar los argumentos, el juez Hixson preguntó si el dinero hallado en casa de Toledo durante su detención se trataba de un plan de contingencia para fugarse.
Russoniello respondió que Eliane Karp guardaba dicho monto y era el dinero del que vivían. “Todas sus propiedades han sido expropiadas y su pensión, suspendida. ¡Ni siquiera a O. J. Simpson se le confiscó la pensión!», exclamó.
Después de evaluar los argumentos de ambas partes, el juez Hixson decidió que Toledo Manrique, pese a ser mayor de 70 años de edad, permaneciera detenido hasta que se defina su extradición.
El magistrado de la Corte del Distrito Norte de California tomó esta decisión al indicar que el hallazgo de la maleta en la casa de Menlo Park muestra una intención de movilizarse y un riesgo de fuga.