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Alejandro Giammattei ganó las elecciones en Guatemala

por Avatar EFE

Alejandro Giammattei llevaba años buscando la Presidencia de Guatemala, y este domingo, después de una veintena de años persiguiendo el cargo público, logró su trofeo con el afán, dijo, de «servir».

Después de una jornada electoral que transcurrió sin incidentes graves, el Tribunal Supremo Electoral anunció que, de acuerdo con los resultados preliminares y ya con datos «irreversibles», el aspirante del partido de centroderecha Vamos había logrado la primera magistratura del país.

Giammattei, ex director del Sistema Penitenciario, es médico y cirujano de profesión pero empresario y político de carrera; se convirtió en el noveno presidente de la era democrática, que se instauró en Guatemala en 1986 con la llegada al poder del democratacristiano Vinicio Cerezo, luego de varias décadas de regímenes militares instaurados mediante golpes de Estado y fraudes electorales.

Sus propuestas lograron convencer a más de 1,8 millones de votantes. Una cifra baja debido a la escasa participación, de alrededor del 42%, pero suficiente para vencer a la ex primera dama Sandra Torres, de la socialdemócrata Unidad Nacional de la Esperanza, que obtuvo 1,3 millones de sufragios.

Giammattei, favorito de las encuestas y que siempre se vio como ganador, se autoproclamó presidente incluso antes de que el Tribunal Supremo Electoral anunciara oficialmente los datos. En una conferencia de prensa en la que agradeció el apoyo, expresó: «Vengo a decirles, este humilde servidor, que va a ser un inmenso honor ser el presidente del país».

El futuro presidente de Guatemala, que asumirá el cargo el próximo 14 de enero en sustitución de Jimmy Morales y que se ha caracterizado por decir que su gobierno tendrá «mano dura» contra los criminales y un «muro económico» para frenar la inmigración irregular, prometió ser un hombre «al servicio» de la gente y «cercano» a la población para «reconstruir el país».

Pero antes, tal como lo anunció, dormirá. Y será a partir del martes de la próxima semana cuando el político, de 63 años de edad, que padece de esclerosis, empiece a trabajar en el traspaso de poder porque «estamos muy comprometidos con lo que nos toca».

Giammattei, quien tiene tres hijos y camina apoyado sobre dos muletas, presumió en varias ocasiones de convertirse en el primer presidente con diversidad funcional. Tendrá por delante varios retos, como la lucha contra la corrupción y la impunidad, la desnutrición, la educación, la pobreza y la violencia.

Mientras salía contento y feliz, con decenas de simpatizantes apoyándolo en la sede del partido y fuegos artificiales coloreando el cielo, Torres no compareció ante la prensa y se limitó a enviar a dar la cara al diputado Oscar Argueta, secretario general del partido que fundó la ex primera dama junto a su ex marido y ex presidente Álvaro Colom.

Francisco Sandoval, jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad del Ministerio Público, comentó a Efe que, como ciudadano, espera que esta decisión sea «lo mejor para el país».

Sandoval exhortó al futuro gobernante a continuar con el apoyo a la Fiscalía y al Organismo Judicial, con un mayor presupuesto y «dotación de recursos». Con respecto a los señalamientos de Torres, contra quien Giammattei solicitó una prohibición de salir del país, el funcionario dijo que hay que analizar la situación.

El presidente de los empresarios organizados, Juan Carlos Tefel, dijo que los próximos cuatros años deberían estar centrados en encarar temas como la desnutrición, la transparencia, la generación de empleo, la certeza jurídica, la inversión en infraestructura y la defensa de la propiedad privada.

Además, calificó el triunfo de Giammattei como una victoria con «un amplio margen» con un «resultado contundente» que le da «legitimidad al próximo gobierno a pesar de que la abstención superó 50%.

Para el embajador de la Unión Europea en Guatemala, Stefano Gatto, la baja participación de 42% ha sido un dato impactante, pero aún así el resultado es amplio. No obstante, avanzó que el futuro gobierno, que tendrá una representación minoritaria en el Congreso, necesitará de alianzas para lograr sus propósitos.