La alcaldesa demócrata de Washington D.C., Muriel Bowser, declaró emergencia pública para abordar la llegada masiva de migrantes ilegales enviados desde Arizona y Texas. Los gobernadores de estos estados consideran que es responsabilidad de las autoridades federales la atención de migrantes debido a la política de fronteras abiertas del presidente Joe Biden.
La declaración de emergencia permite a Bowser establecer una Oficina de Servicios Migratorios para ofrecer la asistencia necesaria a los migrantes ilegales. La oficina formará parte del Departamento de Servicios Humanos (DHS) y dirigirá fondos a ONG para que tomen cartas en el asunto, iniciando con 10 millones de dólares.
Bowser también anunció que enviará legislación de emergencia al Consejo del Distrito de Columbia para soportar el nuevo marco legal de asistencia migratoria.
“Este es un nuevo desafío para D.C., pero confío en que si lideramos con nuestros valores y si implementamos los sistemas correctos, lo que estamos haciendo con la Oficina de Servicios Migratorios, entonces lideraremos una respuesta que hará que nuestro comunidad se sienta orgullosa”, dijo Bowser en un comunicado.
- Imagen de la Virgen del Valle fue paseada por las dársenas de Miami
- 8 de cada 10 votantes republicanos favorecen aumentar las deportaciones de migrantes
Atención a migrantes
La oficina podrá, de acuerdo con las intenciones de Bowser, recibir todos los autobuses y facilitar el viaje posterior, clasificar las necesidades de las personas que llegan a Washington DC, atender sus necesidades básicas y establecer un sistema que garantice la respuesta del Distrito a esta crisis humanitaria.
De acuerdo con el comyunicado de la oficina de Bowser, cerca de 9.400 migrantes ilegales han llegado desde Texas y Arizona, aunque muchos de ellos terminan ubicándose fuera de Washington D.C.