El presidente de Argentina, Alberto Fernández, llamó este martes a «imponer el diálogo» para poner fin a la guerra en Ucrania y pidió que cesen los bloqueos económicos a Venezuela y Cuba.
«Debemos recuperar el imperio de la paz. Es imperioso que cesen todas las hostilidades desatadas. Necesitamos trabajar unidos para imponer el diálogo y recuperar la paz en la disputa iniciada con el avance militar de la Federación Rusa sobre el territorio de Ucrania», sostuvo Fernández al intervenir ante la Asamblea General de la ONU que se celebra en Nueva York.
Fernández también cuestionó las «medidas unilaterales de coerción» y recordó que las únicas sanciones legítimas son aquellas impuestas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
«En virtud de ello, Argentina se suma al reclamo de los pueblos de Cuba y Venezuela para que se levanten los bloqueos que esas naciones padecen», indicó Fernández, que preside la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Discursos extremistas
Agradeció la «solidaridad» con Argentina expresada por «el mundo entero» ante «el intento de magnicidio» sufrido el 1 de septiembre por la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, cuando un hombre intentó disparar un arma contra quien gobernó el país entre 2007 y 2015.
Sostuvo que el intento de asesinar a la vicepresidenta afectó la «tranquilidad pública» y buscó «alterar la virtuosa construcción colectiva» de la democracia.
«Aprovechando la desazón que generó la pandemia y los efectos económicos de la guerra, los discursos extremistas y violentos proliferaron y encontraron tierra fértil para sembrar el sentimiento antipolítico en nuestras sociedades», advirtió.
Por eso, abogó por «generar un enérgico rechazo global a quienes promueven la división» en las sociedades.
Desigualdad global
El presidente argentino cuestionó la desigualdad económica global provocada por «un modelo de acumulación que concentra el ingreso en pocos mientras millones quedan sumergidos en la pobreza».
«Las injusticias que observamos solo se agravarán si las posiciones extremas se instalan, si las guerras se sostienen en el tiempo, profundizando el hambre, y si una inflación persistente termina por corroer los ingresos de los sectores más débiles», aseveró.
Advirtió asimismo que no es posible «transitar este tiempo con hambrunas» como consecuencia de la elevada inflación mundial que «va en detrimento de los más postergados».
En otro tramo de su discurso, alertó sobre el fenómeno del cambio climático y la necesidad una «acción firme y decidida» para afrontarlo.
«No todos somos igualmente responsables de la crisis climática. Ni América Latina y el Caribe ni África revisten en la primera línea de emisión de carbono. Las responsabilidades deben ser diferenciadas y ello exige aliviar en la emergencia el esfuerzo de los que no fueron culpables», sostuvo.
AMIA y Malvinas
En la parte final de su intervención, Fernández reiteró el pedido a la comunidad internacional para avanzar en la investigación del atentado de 1994 contra la mutualista judía AMIA, de Buenos Aires.
«Una vez más, instamos a la República Islámica de Irán a que coopere con las autoridades judiciales argentinas para avanzar en la investigación del atentado contra la AMIA. También instamos a la comunidad internacional a que evite recibir o cobijar a cualquiera de los imputados, aún cuando gocen de inmunidad diplomática», expresó.
Asimismo, Fernández reiteró el reclamo de soberanía argentino sobre las Malvinas, archipiélago del Atlántico sur bajo dominación británica y por el que el Reino Unido y el país suramericano se enfrentaron en una guerra en 1982.
El presidente argentino denunció que el Reino Unido «persiste en su actitud de desoír el llamado» de Naciones Unidas a reanudar las negociaciones respecto de la disputa territorial.
«Más aún, agravó la controversia por su llamado a la explotación ilegal de los recursos naturales renovables y no renovables en el área. También insiste con la injustificada y desmedida presencia militar en las islas que no hace más que traer tensión a una región de paz», dijo.