Al menos tres personas han muerto en un tiroteo registrado este lunes en una escuela cristiana en Madison, la capital de Wisconsin, incluido el sospechoso, y seis más quedaron heridas y fueron trasladadas a hospitales, según las autoridades.
El jefe de la Policía de Madison, Shon Barnes, dijo en una rueda de prensa que al llegar a la escuela Abundant Life, poco antes de las 11:00 am hora local (17:00 GMT), hallaron a «múltiples víctimas heridas por arma de fuego» y también muerto al presunto «responsable», que es «un joven».
En una conferencia posterior, Barnes confirmó que el sospechoso del tiroteo era un alumno adolescente de la escuela -no especificó su género o edad- y divulgó que las dos víctimas mortales son otro alumno adolescente y un profesor.
Barnes destacó esta mañana que los policías enviados a la escuela «nunca usaron sus armas», sino que encontraron al sospechoso muerto, dando a entender que se suicidó.
Respecto a los seis heridos, dijo que hay dos estudiantes en condición crítica y que se teme por su vida, y otras cuatro personas tienen lesiones menores.
Las autoridades de Wisconsin ya han comprobado que no hay más amenazas
La escuela Abundant Life, que es privada y tiene casi 400 estudiantes de todos los niveles educativos desde preescolar hasta secundaria, pidió oraciones a sus seguidores en Facebook.
Barnes dijo que la policía realiza entrenamientos para este tipo de casos frecuentemente, el último «hace dos semanas», y que siguieron todos los protocolos al activarse la alerta, como avisar y cerrar escuelas cercanas y realizar revisiones con patrullas caninas especializadas en bombas.
Las autoridades ya han comprobado que no hay más amenazas y están ahora centrados en la investigación, entrevistando a testigos y obteniendo órdenes de búsqueda para reunir información, y declaró que «todo el mundo está cooperando».
La alcaldesa de Madison, Satya Rhodes-Conway, que compareció por la tarde, reivindicó «hacer mejor las cosas en el país y en la sociedad para evitar la violencia armada», y puso a disposición del público un teléfono de atención a la salud mental.
«Me siento consternado. Tan cerca de Navidad, cada niño y cada persona en ese edificio es una víctima y será una víctima siempre. Este tipo de trauma simplemente no se va, y necesitamos descubrir y entender qué ha ocurrido exactamente», lamentó el jefe policial.
El gobernador de Wisconsin, Tony Evers, indicó en X que está siguiendo los acontecimientos, agradeció la rapidez de los trabajadores de emergencias y envió sus condolencias a la comunidad educativa afectada.